La Cámara de Diputados avanzó con media sanción al proyecto de ley que propone modificar el huso horario en Argentina. La iniciativa, impulsada por el diputado mendocino Julio Cobos, de la Unión Cívica Radical, plantea retrasar una hora los relojes respecto de la hora actual durante la época invernal.
Especialistas del Conicet respaldaron la propuesta al considerar que Argentina actualmente no se encuentra en el huso horario que le corresponde de acuerdo a la hora solar. La bióloga Lorena Franco, investigadora del Conicet en el Centro Atómico Bariloche, consideró que el cambio beneficia especialmente a la Patagonia.
Esta doctora en Biología especialista en neurociencias estudia el funcionamiento de los relojes biológicos tomando como modelo a la mosca Drosophila (o mosca del vinagre). ¿Por qué’ Porque su reloj biológico es muy parecido al del ser humano: «Todos los seres vivos poseen un reloj interno que es resultado de la evolución del planeta. Los animales y las plantas han desarrollado un reloj que les permite coordinar su fisiología y conducta con los cambios diarios de luz y temperatura».
Los relojes biológicos, argumentó, afectan a toda actividad del ser humano, regulan muchos procesos fisiológicos e «imponen una ritmicidad diaria a numerosas funciones, como el sueño y la vigilia, pero también a aquellas relacionadas con ritmos fisiológicos, metabólicos y hormonales (como el crecimiento, la pérdida y baja de peso y las asociadas al estrés)«. En suma, «todo está ligado al funcionamiento del reloj biológico».
Franco agregó que “estos relojes son endógenos, es decir, funcionan solos y su fase está principalmente regulada por el horario del sol, ya que es la fuente de luz más potente a la cual estamos expuestos«. Dijo que «en el caso de los humanos -animales diurnos-, el día comienza cuando se levanta el sol. Si el despertador te despierta mucho antes que salga el sol, terminas con un déficit crónico de sueño, que afecta tu salud y tu desempeño”.
Por esta razón, añadió, “debemos elegir el huso horario correcto a nuestra ubicación en el planeta, en el cual el sol salga -más o menos- a la hora en que la población debe levantarse en un día laboral”. Esta es la causa por la cual «el cambio beneficia especialmente a la Patagonia«.
«En invierno amanece más tarde y el sol sale a las 9. Los chicos entran al colegio de noche. Si adelantamos la hora, el sol saldría a las 8 con lo cual no nos levantaríamos tanto tiempo antes de que salga el sol y, por lo tanto, el reloj estaría mejor enfasado con las horas de luz», consideró. Por eso, insistió en que la medida es favorable para los patagónicos.
De conseguir la media sanción del Senado, Argentina pasaría del actual huso horario UTC -3 al UTC -4 durante el período invernal. «Este cambio va a beneficiar a quienes estamos más hacia el oeste; para el resto, no habrá mucho cambio. Lo cierto es que en verano, amanece tempranísimo a las 5.30 y uno se levanta dos o tres horas después de la salida del sol. Los días, por otro lado, son muy largos. Estamos muy corridos«, subrayó.
Mencionó que países como Estados Unidos modifican el huso horario constantemente. «Es muy extenso y por eso, la costa oeste tiene un huso horario; en el centro, otro», dijo.
Franco insistió en que si el reloj circadiano «está muy desincronizado con el medio ambiente puede llegar a afectar la salud y el desempeño. Hay investigaciones en adolescentes que demuestran cómo el horario de entrada al colegio incide en cuánto aprenden. Si hay una desincronización entre el reloj interno y lo que pasa afuera, puede impactar en la salud«.