Este martes a la tarde la fumata blanca de la Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano anunció un nuevo papa. Se trata de Robert Prevost, el cardenal de 69 años que se convirtió en el primer Sumo Pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia católica.
Robert Francis Prevost Martínez nació en Chicago, Illinois, en 1955. Sin embargo, la mayor parte de su trayectoria religiosa hasta el momento transcurrió en Perú, país del cual tiene doble ciudadanía. Llegó allí como misionero en 1985 y entre 2015 y 2023 se desempeñó como obispo de la diócesis de Chiclayo. También ocupó el rol de presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
El 267° pontífice pertenece a la Orden de San Agustín, y fue nombrado cardenal por el papa Francisco en julio de 2023. Comparte el compromiso de su predecesor con los pobres y los migrantes, aunque mantuvo diferencias respecto a su postura frente a la comunidad LGBT+, y su figura ha sido descrita como más «discreta y reservada» comparada con la de Bergoglio.
¿Por qué Robert Prevost eligió el nombre de León XIV?
El nuevo papa se consagró este martes desde el balcón central de la Basílica de San Pedro como León XIV, el primero de ese título en dirigir la Santa Sede en 122 años. El papa Leon XIII fue de origen italiano, y su pontificado entre 1878 y 1903 fue el cuarto más extenso en la historia de la Iglesia católica.
El título que elige el jefe de Estado del Vaticano para ser oficialmente reconocido conlleva una enorme carga simbólica. Acorde a los historiadores eclesiásticos, durante varios siglos los papas elegían bautizarse con el nombre de quien los había elevado a cardenales. A partir del siglo XX, comenzó a considerarse que el título que selecciona el Sumo Pontífice es un índice de sus objetivos y aspiraciones para su mandato.

El nombre y la palabra «león» provienen del idioma latín y, tal como el animal, se asocian con la fuerza, el poder y la sabiduría. Similarmente, el papa León I o «León el Magno» fue un importante referente para la fe católica, dado a que su pontificado entre 440 y 461 fue clave para sobrellevar años de crisis interna en la Iglesia y caos político en el Imperio Romano Occidental.
Asimismo, fue el primer papa en defender explícitamente la doctrina de la Encarnación, que sostiene que Jesús fue una figura plenamente divina y a la vez humana.
La reconocida fortaleza de su liderazgo podría ser lo que inspiró a Robert Prevost para elegir su nombre como Sumo Pontífice y jefe de Estado del Vaticano, en un contexto atravesado por divisiones ideológicas dentro de la Iglesia y conflictos bélicos a escala global.