El gobierno de Guatemala tomó la decisión de emitir deuda en los mercados internacionales en un momento que, según el ministro de Finanzas Públicas, Jonathan Menkos, responde tanto a condiciones favorables del entorno financiero global como a las necesidades internas de ejecución presupuestaria.
Así lo explicó durante una entrevista en La Red 106.1, en la que defendió esta estrategia como “cuidadosamente planificada”.
“Hay varios factores que se someten a análisis previo a hacer cualquier emisión”, dijo Menkos. Entre ellos, destacó el comportamiento de los mercados internacionales, la demanda por bonos guatemaltecos y la posibilidad de acceder a tasas de interés atractivas para el país.
El ministro añadió que la capacidad de ejecución presupuestaria por parte de las instituciones públicas fue otro elemento decisivo. “Todas las entidades nos han dicho que su perspectiva de ejecución es de entre el 92 y el 96 por ciento del presupuesto”, afirmó.
El ritmo de ejecución, según Menkos, es más acelerado que en años anteriores. El presupuesto muestra una velocidad de ejecución aproximadamente 20% superior al mismo periodo del año anterior, con ministerios clave como el de Comunicaciones reportando un crecimiento de 20.4% en su ejecución interanual.
Otro factor que respaldó la decisión fue la mejora en la calificación crediticia del país por parte de la agencia Standard & Poor’s, lo que elevó la confianza de los inversionistas en los bonos guatemaltecos.
A esto se suma una reciente visita del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ratificó la estabilidad macroeconómica de Guatemala y proyectó un crecimiento del PIB de 3.8% para este año. “Guatemala se está viendo muy bien frente a los inversionistas”, reiteró el titular de Finanzas.
Menkos también explicó que julio fue un momento propicio debido a la calma relativa en los mercados internacionales, lo que ofreció mejores condiciones para la emisión. “Habían cesado algunas de las turbulencias políticas internacionales”, aseguró.
A pesar de la buena recepción de los bonos, el ministro reconoció los desafíos estructurales del sistema fiscal guatemalteco.
Explicó que las llamadas “rigideces” en el uso de los ingresos tributarios obligan al país a financiar buena parte de la inversión pública a través del endeudamiento. “Casi toda la inversión que hacemos se tiene que hacer utilizando fuentes como los bonos del tesoro o los préstamos”, admitió.
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Frente a esta realidad, Menkos insistió en la necesidad de avanzar hacia una reforma fiscal integral. No obstante, aclaró que la administración de Bernardo Arévalo se comprometió a no hacer cambios impositivos mientras no se resuelvan “espacios de ineficiencia” dentro del sistema actual.
El ministro aseguró que, bajo las condiciones actuales, las finanzas públicas se mantienen sostenibles mientras “el crecimiento de la economía sea mayor que el porcentaje de endeudamiento anual”. Sin embargo, lamentó que el plan nacional de desarrollo CATUMB 2032 no incluyera un capítulo específico sobre política fiscal. “Eso es algo que se tendrá que discutir a nivel nacional”, subrayó.
En síntesis, la emisión de bonos internacionales busca dar continuidad a la ejecución presupuestaria, aprovechar la buena percepción internacional del país y garantizar el financiamiento de obras públicas claves. Sin embargo, también deja en evidencia la necesidad de una reforma estructural al sistema fiscal, un tema que permanece pendiente y que, según el ministro, requerirá un consenso amplio y serio en el futuro cercano.