La primera candidata a diputada nacional por La Libertad Avanza, Karen Reichardt, no podrá emitirse el voto en la provincia de Buenos Aires, ya que figura en el padrón de CABA. La exvedette enfrenta además una ola de críticas por viejos tuits y por el revés judicial que impidió a Diego Santilli encabezar la lista.
A pocos días de las elecciones legislativas, la flamante candidata de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, Karen Reichardt, vuelve a ser centro de la polémica. Esta vez, no por sus publicaciones del pasado, sino porque no podrá votarse a sí misma: su nombre figura en el padrón electoral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Un nuevo revés para La Libertad Avanza
El inconveniente surge después de la renuncia de José Luis Espert y del revés judicial que sufrió LLA al intentar reemplazarlo por Diego Santilli como cabeza de lista. El juez federal con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires rechazó esa propuesta, obligando al partido a mantener a Reichardt como primera candidata a diputada nacional.
De esta manera, la exvedette y exactriz deberá liderar la boleta libertaria bonaerense, aunque ni siquiera podrá emitir su voto en ese distrito.
Polémica por su archivo en redes
En medio de la campaña, también salieron a la luz viejos tuits publicados entre 2015 y 2018, en los que Reichardt —cuyo nombre real es Karina Celia Vázquez— realizó comentarios racistas, clasistas y despectivos, especialmente dirigidos a hinchas de Boca Juniors.
Frente a las críticas, la candidata sostuvo que se trata de una “operación en su contra”.
“¡Me están operando de una manera espantosa! Los tuits con malas palabras hacia Messi son falsos, y el que aparece dirigido a Macri también. Busquen en mi cuenta y verán que no existen… encima con faltas de ortografía”, expresó Reichardt en sus redes.
Entre la exposición y las controversias
La dirigente libertaria se convirtió así en una de las figuras más comentadas del tramo final de la campaña. Desde su sorpresiva designación como candidata, las controversias mediáticas no cesan, y su imposibilidad de votarse a sí misma se suma a una serie de traspiés que complican la imagen de LLA en la recta final rumbo a las urnas.