Desde que abandonaron sus funciones en la familia real británica, Meghan y el príncipe Harry fueron protagonistas de múltiples controversias. Una escena del reality ‘Con Amor, Meghan’, que se estrenó recientemente en Netflix, reavivó el debate sobre la identidad de los duques de Sussex.
En una escena de la serie, la comediante Mindy Kaling se refirió a Meghan por su apellido de soltera, “Markle”, a lo que ella respondió con humor: “Sabés que ahora soy Sussex”.
Más allá del comentario casual, la frase abre algunos interrogantes: si Meghan y el príncipe Harry se alejaron de la familia real, ¿por qué insisten en identificarse como Sussex a pesar de haber dejado de ser miembros activos de la Familia Real? Y sobre todo: ¿por qué sus hijos llevan dos apellidos?
Meghan y el príncipe Harry: Sussex como símbolo familiar
Desde su boda en 2018, Meghan y el príncipe Harry recibieron el título de duques de Sussex. Aunque se distanciaron de sus funciones reales en 2020, no perdieron el título.
Según expertos en la realeza, como Wendy Bosberry-Scott de Debrett’s, el uso del título como apellido informal está permitido por el Palacio de Buckingham, sobre todo en ámbitos sociales, escolares o mediáticos.
Los apellidos del príncipe Archie y la princesa Lilibet: Mountbatten-Windsor en los documentos
El apellido legal del príncipe Archie de Sussex y la princesa Lilibet de Sussex es Mountbatten-Windsor, combinación de los apellidos adoptados por la reina Isabel II y el príncipe Felipe.
“Windsor” fue creado en 1917 por el rey Jorge V para romper con el linaje alemán. “Mountbatten” fue el nombre que Felipe adoptó de su madre al llegar al Reino Unido. Desde entonces, los descendientes directos llevan ambos.

Meghan, el príncipe Harry y el valor simbólico de los apellidos
Meghan explicó en el reality que usar el apellido “Sussex” con sus hijos representa una forma de pertenencia. “Cuando tienes hijos, compartes nombre con ellos. No sabía cuánto significaría para mí, pero es muy grande que sea el nombre de nuestra pequeña familia”, aseguro la duquesa en la serie. Aunque no figure en sus pasaportes, el Sussex actúa como un apellido simbólico.
Actualmente, la actriz y el príncipe viven entre la tradición real y la vida independiente que eligieron en Estados Unidos. Usar Mountbatten-Windsor en lo legal y Sussex en lo simbólico no representa una contradicción, sino una forma de unir sus raíces con su presente. Aunque es una elección que sigue generando debate, se encuentra dentro del protocolo real.