El cine, a veces, es como el agua, que cuando comienza a estancarse, no hay mejor remedio que renovarla. Y Thunderbolts* viene a innovar lo que será el futuro de Marvel.
Y no es que no haya caras conocidas en el elenco de la película de Jack Schreier, el director de Beef, la serie éxito de Netflix. Tal vez tenga que ver con él, y con el dúo de guionistas contratados: Eric Pearson (Thor: Ragnarok y Black Widow) y Joanna Calo (episodios de The Bear y BoJack Horseman).
Thunderbolts* (ya explicaremos por qué es importante el * en el título) preanuncia las que serán las dos próximas películas de los Avengers, debidas a los hermanos Russo, que llegarán en 2026 y 2027. Y si bien tanto este filme como el próximo de Los 4 Fantásticos apuntan hacia lo mismo, no hay que quitarle entidad a lo que cuenta esta historia de antihéroes que se reúnen más a la fuerza y por necesidad que por gusto.
¿Parecida a «El Escuadrón suicida»?
¿No se parece, en algo, esta premisa a la de El escuadrón suicida, de la competidora DC Comics?

Y, sí.
Veamos cómo arranca. Yelena Belova (Florence Pugh) siente que hay un “vacío” en su vida, que vas más allá de la muerte de su hermana adoptiva (el personaje de Scarlett Johansson). Y no hace otra cosa que arrojarse al vacío… saltando del segundo edificio más alto del planeta, el Merdeka 118 en Kuala Lumpur, Malasia. Se tira de unos 680 metros, y por supuesto que sale con vida, solo para poder cumplir con una misión “de limpieza” en un laboratorio malayo.
Debe eliminar “pruebas materiales y humanas” que podrían vincular a la directora de la CIA, Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus), con la empresa de investigación científica OXE.

Quiénes son los Thunderbolts
Como los fans ya lo saben, Valentina esconde detrás de su pérfida sonrisa una maldad que bien la coloca en el rol de villana, cosa que comprenderemos más y mejor cuando descubramos que envía a (otra) misión suicida a Yelena, donde se cruzará en una bóveda en lo que queda de OXE, que contaba con fondos como para crear una “superpersona”, con John Walker (Wyatt Russell), que supo ser por unos instantes el Capitán América, Ava Starr, conocida como Fantasma (Hannah John-Kamen) y hasta a Taskmaster (Olga Kurylenko).
No tardan mucho en darse cuenta de que Valentina los mandó por separado para eliminarse uno a otro, en una trampa mortal, por lo que el grupo se une y rescata a un aturdido paciente del laboratorio, Bob (Lewis Pullman).
Para que los Thunderbolts se completen falta sumar a Bucky Barnes (Sebastian Stan), que ahora es un congresista que quiere exponer lo malo que hace Valentina (atención a la asistente de Valentina), pero no puede dejar de ser aquel Soldado del Invierno. Y sí, al padre de Yelena, Alexei Shostakov (David Harbour, de Stranger Things), el Guardián Rojo que ahora se gana la vida manejando limusinas.

El asterisco de Thunderbolts
Y no hay que contar mucho más, porque Thunderbolts* (ya va la explicación del *) está ideada para que cada tantos minutos haya alguna pelea o combate, para que una sombra negra se cierna sobre la ciudad en la que Tony Stark tenía su imperio, y para mucho más.
Con todo, Thunderbolts* (paciencia, ya casi llegamos) no es tan extensa como otras producciones de Marvel, y si ofrece algo similar, pero distinto, a los mundos alternativos que nos cansaron un poco, tiene un humor que la acerca más a Guardianes de la galaxia.
Bueno, para saber el significado del asterisco en el título van a tener que quedarse hasta el final, cuando pasen los créditos. Bien vale la pena, tendrán una grata, gratísima sorpresa. Y el porqué del título Thunderbolts, porqué esta banda se llama así, lo averiguarán cuando esté promediando la proyección.
De nada.
«Thunderbolts*»
Buena
Acción. Estados Unidos, 2025. SAM 13. De: Jack Schreier. Con: Florence Pugh, Sebastian Stan, Lewis Pullman, David Harbour, Wyatt Russell, Julia-Louis Dreyfus, Hannah John-Kamen. Salas: IMAX, Hoyts Abasto y Unicenter, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Avellaneda, Houssay y Pilar, Showcase Belgrano, Quilmes y Haedo.