La derecha española ve con esperanza que el fruto ya está maduro y que va a caer pronto. (Cambiemos el vocablo fruto por el de sanchismo y el de maduro por tocado de muerte, y ya lo tenemos). Y tiene prisa. Las últimas informaciones filtradas sobre militantes socialistas y la UCO —les ahorro los detalles: esto cada vez está más embrollado— han intensificado, como nunca, la presión contra el Gobierno y se dice desde la capital, que el clima político resulta cada vez más irrespirable. Aquello de la crispación.
]]>