Mediante una resolución oficial, que tendrá consecuencias inmediatas, Chile ha suspendido la importación de carne y productos de origen animal desde Argentina. La drástica medida, adoptada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) chileno, se debe a la entrada en vigencia de la resolución 460/25 del SENASA que autoriza el ingreso de asado con hueso al sur del río Colorado, un cambio en la normativa sanitaria argentina que, según las autoridades chilenas, compromete la seguridad frente a la fiebre aftosa.
La resolución del SAG, fechada el 30 de julio en Santiago, deja sin efecto el estatus de «zona libre de fiebre aftosa sin vacunación» que Chile había otorgado a la Patagonia argentina desde 2008. Esta calificación era un requisito indispensable para la exportación sin restricciones de productos cárnicos de la región al mercado chileno.
El detonante de la suspensión fue la Resolución N° 460 de 2025 del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) de Argentina, la cual autorizó el ingreso de carne con hueso y otros productos cárnicos desde zonas argentinas donde se practica la vacunación contra la fiebre aftosa a la Patagonia, una región que se mantenía como libre de la enfermedad sin vacunación. El SAG chileno considera que este movimiento de productos rompe con las condiciones epidemiológicas que habían justificado el reconocimiento sanitario especial de la zona.
«Lo anterior representa un cambio en las condiciones presentadas y evaluadas por el SAG», señala la resolución, destacando que la decisión del gobierno argentino altera el fundamento sobre el cual se basaba el reconocimiento previo.
La suspensión afecta a una amplia gama de productos, incluyendo carne bovina, ovina, porcina, aviar, al igual que lácteos y derivados, que debían cumplir con el requisito de provenir de una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. La medida, que entró en vigencia a partir de su publicación en el Diario Oficial chileno, se ha tomado en el marco de las facultades del SAG para aplicar “medidas sanitarias de emergencia”, según lo estipulado por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El impacto en la región será múltiple, si se tiene en cuenta que a las exposiciones rurales que se hacen en la provincia de Río Negro arriban ganaderos chilenos a comprar reproductores, o se cruzan a las cabañas de Chubut.
Pero, además, como informamos esta semana desde +P, la Cámara de Frigoríficos Ovinos y Bovinos de la Patagonia (CAFROPAT) emitió un duro comunicado en el que advierte sobre una grave crisis que enfrenta el sector exportador ovino de la región, como consecuencia directa de la reciente implementación de la Resolución 460/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Según denuncian, la normativa ha generado efectos inmediatos y negativos, siendo el más notorio el cierre del mercado chileno para el cordero patagónico, un producto emblema de la región y pilar fundamental de su economía.
En el comunicado, la entidad empresaria califica los problemas surgidos como “reales” y las supuestas ventajas de la resolución como “parciales”, y hace un llamado urgente al diálogo con las autoridades nacionales para encontrar una solución sensata, efectiva y duradera. La primera señal de alarma llegó cuando una empresa exportadora argentina recibió una respuesta categórica del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile: ese país ha decidido cerrar su mercado a los productos ovinos provenientes de la Patagonia.
Resolución N° 5952-2025 (FA Argentina suspensión)[1]