El Ayuntamiento de Premià de Mar ha ofrecido un terreno de propiedad municipal en el entorno del polígono industrial a la comunidad islámica Attauwa para construir una mezquita. A cambio, el Consistorio se quedará con el terreno que tanta controversia levantó en la ciudad, especialmente en la primera década de los 2000, en la calle Joan Prim, propiedad de la comunidad musulmana.
El solar que el Ayuntamiento permutará en el polígono industrial PP2, está catalogado para usos sociales y religiosos, mientras que el terreno que provocó la manifestación vecinal de mayo del 2022, en la que participaron 1.500 personas y acabó en graves enfrentamientos xenófobos, tiene una catalogación de equipamiento.
El acuerdo permite cerrar 25 años de provisionalidad del oratorio de la comunidad islámica
El alcalde, Rafa Navarro, defiende que la operación “es un acuerdo histórico que cierra 25 años de provisionalidad con la comunidad islámica Attauwa” y que ambas partes salen ganando, ya el municipio “podrá reforzar la oferta de equipamientos públicos en el barrio Maresme”, especialmente ahora que “nos presentaremos con este barrio a la convocatoria del plan de barrios 2026”, y la comunidad islámica podrá disponer de un centro de culto permanente.
Los fieles de la comunidad Attauwa de Premià de Mar han estado desde el 2002 utilizando el local de la antigua escuela Voramar, hasta que el Ayuntamiento les requirió el inmueble para construir una guardería municipal. La decisión generó una intensa polémica con la anterior junta de la comunidad islámica, que se negaba a abandonar el edificio. Un cambio de líderes propició posteriormente que se reanudasen las negociaciones con el gobierno municipal, que han fructificado ahora en un acuerdo de permuta de los terrenos.
La superficie de la parcela privada es de 296,93 metros cuadrados mientras que la ubicada en el polígono Banyeres con la calle Camí del Mig tiene 510,54 m2.