Es inusual una conferencia de prensa de una actriz por la mañana, pero en los Premios Platino, su ajustada agenda y los cientos de personas que mueve en este fin de semana madrileño, todo puede pasar. Por eso, ver a Eva Longoria en el clásico y colmado Teatro Albéniz hablando ante un auditorio de más de 300 personas ya termina tomándose como algo normal.
La actriz de Amas de casa desesperadas (la original) recibirá este domingo 27 de abril el Premio Platino de Honor. Eva Longoria se sumará a un selecto grupo que tiene a Ricardo Darín y Cecilia Roth entre sus miembros. Pero antes, hubo una charla de ella con periodistas de toda América, en la que se disculpó por «hablar en castellano en Madrid», aunque luego -para las preguntas que exigían más profundidad al responder- recurriera al inglés.
El galardón le llega no sólo por su labor como actriz, sino también como directora (Flamingo Hot) y productora (Searching México). Y también es un reconocimiento a su defensa del universo latino dentro de la industria hollywoodense.
Eva Longoria es un personaje simpático, que no tiene empachos en enfrentar a la multitud y cuenta que al haber nacido en Texas, en su casa no se hablaba español, pero -pícara- dice que «lo aprendió con un madrileño» y que ahora está casada con un «chilango», que es como les dicen a los mexicanos en los Estados Unidos. No se refiere al francés Tony Parker -el base de los Spurs, el equipo de la NBA donde brilló Emanuel Ginobili-, sino a Pepe Bastón, su multimillonario marido.
Y, aún más pícara, promete dar este domingo 27 un discurso más vivo en la gala de la entrega de premios, si le llenan la mesa de tequila. Y aseguró tener antepasados españoles, «tengo sangre asturiana».

Equilibrio entre feminismo y femineidad
Longoria dice haber encontrado un equilibrio entre su femineidad evidente y el feminismo que profesa. Del mismo modo que también lo encontró siendo una latina en Hollywood.
Al principio, por su physique du rol, no le daban papeles de norteamericana. Pero tampoco conseguía los de latina, porque no hablaba español.
El primer gran rol le llegó con la Gabriela de Amas de casa desesperadas, que era una latina y la más rica de la cuadra. Esos papeles no existían, pero el creador de la serie conocía una familia así, por lo que se animó a escribirla para ella. Y allí hubo desigualdad económica, pero al revés: las mujeres cobraban más que los hombres. Sabe que fue un caso aislado.
Como esas desigualdades (y no sólo de dinero, se ocupó de aclarar) siguen existiendo, se decidió a producir. En su programa Searching México, de gastronomía hay obviamente muchos latinos y mujeres trabajando. Lo mismo hizo en Flamingo Hot, donde cada cabeza de los equipos (vestuario, producción) eran mujeres.
Dice que si bien continúan existiendo los estereotipos, la audiencia es más diversa que nunca y que quieren más programas que reflejen esa diversidad en el mundo. Y que también quiere ver mujeres fuertes. Por eso, se animó a soñar con hacer algo con Shakira «(ella quiere actuar», contó) o con Sofía Vergara, con quien -cuenta- estuvo la noche anterior. Y sí dio como primicia que producirá un musical «lleno de latinas», aunque no dijo si ella estará en ese escenario.

Desembarco en el fútbol mexicano
Entre sus múltiples negocios, Eva Longoria contó por qué se decidió a invertir en el fútbol. Si bien asegura no entender mucho de deporte, ya lo hacía en el Inter City en Los Ángeles, un equipo de fútbol femenino, del que está orgullosa porque ve cómo las chicas más pequeñas se identifican con los jugadores.
En el caso de Necaxa, quería tener conexión con México y dice que desde que tomó la dirección del club de Aguas Calientes, han ido subiendo en la tabla de posiciones y las cuentas están más ordenadas. Escuchándola, no podía ser de otra manera.