La hija de Jorge Rial atraviesa un complejo cuadro emocional y, según su abogado, “apenas toma agua”. Permanece detenida en el penal de Magdalena y fue asistida por el gabinete psicológico del establecimiento.
La salud de Morena Rial volvió a generar preocupación en las últimas horas. La joven de 25 años, hija del periodista Jorge Rial, permanece detenida en el penal de Magdalena y, según informaron sus abogados, habría iniciado una huelga de hambre en medio de un delicado cuadro emocional y psicológico.
El abogado Martín Leiro, uno de sus representantes, aseguró que Morena “apenas toma agua” y se encuentra “muy afectada anímicamente”. “Está en un apartado, con una cama de hormigón y un colchón ignífugo. Le llevé comida, ropa y estuve con ella cuatro horas”, relató el letrado, quien aclaró que la celda “no es un buzón, sino un monoambiente con ventana, baño y frazadas”.
Durante la visita, Leiro compartió una carta escrita a mano por su defendida, titulada “Yo, More Rial, comunico”, en la que la influencer desmintió versiones sobre su estado y sobre su hijo, Mateo. “Donde estoy no tengo comunicación con nadie más que con mis abogados y un núcleo muy pequeño de allegados. Cualquier cosa que se diga de otras personas son inventos”, expresó.
Además, Morena manifestó su deseo de “solucionar la situación lo antes posible” y aclaró que no pidió que su hijo la visite en la cárcel: “Mis abogados están gestionando videollamadas con él. No es que no lo quiera ver, sino que este no es el ámbito que quiero para él”.
Por su parte, el abogado y amigo Alejandro Cipolla sostuvo que la joven “no quiso comer, está sumamente triste y extraña todo”. También aseguró que Morena “tiene una personalidad autodestructiva” y que desde septiembre “arrastraba un problema psiquiátrico” que habría agravado su estado actual.
Según trascendió, Morena fue entrevistada por el gabinete psicológico del penal, donde continuará con tratamiento. “Tuvo una sesión de más de una hora y media con la psicóloga, y mañana tiene otra cita. Le hizo muy bien”, indicó Leiro.
El defensor también comparó las condiciones del penal con las que la joven tenía en la comisaría donde estuvo antes del traslado: “En la Séptima tenía un ámbito más abierto, con televisión, baño más digno y posibilidad de recibir visitas. Ahora se enfrenta a lo que significa realmente estar privada de la libertad”.
Desde su entorno aseguran que Morena se encuentra en un proceso de adaptación y que su estado anímico “es frágil pero controlado”, mientras continúa bajo observación médica y psicológica.