Muchos deben dar por sentado que el fentanilo producido por HLB y Ramallo por el que presuntamente murieron 52 personas fue recuperado por las autoridades, puesto en alguna clase de contenedor y posteriormente destruido. No es así. Si bien la ANMAT prohibió el uso del potente opiáceo y se supone que la droga está en cuarentena en todas las provincias, a casi dos meses del destape de este escándalo todavía se lleva adelante el trabajo de hormiga -provincia por provincia, hospital por hospital- para garantizar que el medicamento bajo la mira quede separado y a disposición de la Justicia. Según se pudo averiguar, son casi 1 millón de ampollas de fentanilo.
Clarín accedió al mapa provincial que puntualiza a cuántos centros de salud públicos y privados y a cuántas farmacias y droguerías (y de qué provincias en cada caso) fueron a parar los lotes de fentanilo de HLB y Ramallo distribuidos en los últimos meses. Para ser más exactos, son los producidos en todo 2024, lo que en el sector “farma” se denomina “campaña 2024”.
El mapeo de ese año incluye la producción de seis lotes, entre ellos los supuestamente no contaminados y también los tres que tenían probada presencia de las bacterias que presuntamente empujaron a la muerte a 52 pacientes internados en distintas terapias intensivas, como viene reportando Clarín. Esas seis partidas están identificadas con los números 31.201, 31.202, 31.244, 31.245, 31.246 y 31.247.
La intención de localizar y garantizar el aislamiento de todo el fentanilo en cuestión es agotar la posibilidad de que haya más ampollas con alguna irregularidad (por ejemplo, microbios infiltrados) dando vueltas en el país. Se parte de la hipótesis (fundada en las numerosas alertas que la ANMAT emitió contra estas firmas en los últimos años) de que ni Ramallo ni HLB se caracterizaban sus “buenas prácticas de fabricación”, usando un concepto clave del sector.
Antes de ir al mapa, dos derivadas que salen de esa premisa crucial. La primera es una duda: por qué las alertas emitidas contra esas compañías no constituyeron motivo suficiente para una clausura o suspensión preventiva de parte de la ANMAT, organismo de control de medicamentos que viene evadiendo los pedidos de entrevista de Clarín.
La segunda es que, considerando que más ampollas de fentanilo podrían haber estado en mal estado por presuntos descuidos en los procesos de producción (según reportan numerosas fuentes, incluyendo un ex empleado de Laboratorios Ramallo que habló con este medio), no es forzado presumir que más medicamentos fabricados en esos laboratorios podrían haber presentado fallas de distinto tipo. Si bien la venta y uso de todos los medicamentos de HLB y Ramallo está suspendida en la Argentina desde mayo, ni la Justicia ni la ANMAT deberían desestimar ese punto, enfatizan fuentes reservadas del sector.
Mientras las preguntas se siguen acumulando, un punto clave en el que de a poco se avanza es garantizar que nadie pueda vender o consumir el fentanilo de marca HLB Pharma Group. Y que, además, ningún actor reasigne (por ninguna razón) la localización de las ampollas que ya fueron distribuidas. Tarde o temprano, las autoridades deberán recoger las ampollas y destruirlas. Ahora bien, ¿a quién le corresponde hacer todo eso?
El recupero de las ampollas de fentanilo
La reconstrucción de este mapa se hizo luego de varias idas y vueltas entre el Juzgado Federal Nº3 de La Plata (que lleva la investigación por las muertes) y la ANMAT. Contado en unas pocas líneas, todo parece un paso de comedia.
En un primer momento, la Justicia le ordenó a la ANMAT que recuperara los lotes de fentanilo y los pusiera a disposición de la Justicia. Pareció que lo haría, pero la ANMAT, o no quiso o no pudo, pero lo cierto es que no lo hizo, aseguran fuentes judiciales, que estiman problemas de voluntad o capacidad logística para impulsar ese recupero.
Por cierto, la tarea era grande, ya que son casi 1 millón de ampollas las que componen los seis lotes mencionados. Para ser exactos, 932.880. Si bien esta semana hubo una reunión entre la ANMAT y quienes llevan adelante la investigación y se acordó una forma de trabajo conjunta, lo cierto es que la Justicia ya inició el recupero por las suyas, con apoyo de efectivos de la Policía de las distintas jurisdicciones.
En realidad “recupero” es mucho decir, en este punto. La tarea, que por ahora avanzó sobre el 40% del total de ampollas, viene consistiendo en al menos hacer que los responsables de los hospitales, sanatorios, farmacias y droguerías que encontraron fentanilo de HLB en sus farmacias internas acusen recibo (firma mediante) de que el fentanilo debe ser resguardado y puesto en cuarentena hasta su recupero real.
Dónde está el fentanilo de HLB
Las más de 930.000 ampollas de fentanilo producido en 2024 por HLB y Ramallo están distribuidas en 306 puntos del país. El 47% de los 306 puntos geográficos está en el radio de la provincia de Buenos Aires. Puntualmente, en 7 droguerías y en 137 hospitales de gestión pública.
En cantidad de centros que adquirieron y pudieron haber administrado fentanilo a sus pacientes le sigue Santa Fe, con 59 efectores que encontraron fentanilo de esas firmas, tras la alerta de la ANMAT. Son 4 droguerías y 44 hospitales ubicados en esa provincia (casi 20% del total. Otra vez, no en volumen de fentanilo sino en puntos geográficos sobre el total).
Río Negro le sigue en importancia: 32 centros (1 droguería y 31 hospitales) tienen fentanilo de este tipo y la Justicia deberá recuperarlo. Es el 10,45% del total. Sigue Córdoba, con 20 puntos de la provincia (2 droguerías y 18 hospitales) que adquirieron esa droga (6,53% del total).
Por fin, la Ciudad de Buenos Aires y Neuquén son las que siguen en importancia. Cada una tiene 9 lugares con algún tamaño de stock de este fármaco. En los dos casos, la ecuación es igual: 1 farmacia y 8 hospitales.
De las 24 jurisdicciones, 15 tenían fentanilo de HLB producido en 2024. Por fuera de las provincias mencionadas, las restantes ampollas están en La Pampa, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Salta, Jujuy, La Rioja y Tucumán.
AS