Con el Concilio Vaticano II, los viajes papales se consolidaron como un instrumento vital de acercamiento entre la Santa Sede y los fieles católicos en todo el mundo. Esta práctica cobró especial relevancia con pontífices como Juan Pablo II —con 18 viajes a la región visitando 22 países— y Benedicto XVI, quien realizó dos visitas a América Latina. No obstante, fue con el fallecido Papa Francisco, el primer Pontífice latinoamericano, que estos viajes adquirieron una nueva profundidad y sentido pastoral para la Iglesia en el continente.
El rumbo de la Iglesia en la región da un giro significativo con la elección del Papa Francisco en 2013. Por ser el primer Pontífice latinoamericano, su visión de Iglesia hacia este continente fue mucho más clara, sentida y cercana, hecho que permitió que sus viajes fueran vistos desde una nueva dimensión.
Desde el inicio de su pontificado, el obispo de Roma visitó diversos países de América Latina y el Caribe, llevando su mensaje de esperanza y justicia social. Entre sus viajes más destacados están la primera visita a Brasil en julio de 2013 durante la Jornada Mundial de la Juventud, Ecuador, Bolivia y Paraguay en 2015, México en 2016, Colombia en 2017, Chile y Perú en 2018, y Panamá en 2019 con motivo de otra Jornada Mundial de la Juventud. Adicional, su visita a Cuba en 2015, esta última marcó un punto clave en la mediación de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Francisco: una Iglesia cercana y comprometida
Cada mensaje del Papa Francisco caló en lo más profundo del ámbito religioso y social, promoviendo una Iglesia más cercana, inclusiva y comprometida con el mundo actual. Ser una persona carismática y cercana, le facilitó un diálogo más directo con los fieles y líderes de la región.
Su Pontificado estuvo marcado por una Iglesia sinodal en salida y cercana a los más vulnerables, basada en una fe compasiva y comprometida con la justicia social. Esto fue el reflejo de sus viajes, con mensajes cargados de esperanza en países como Brasil, México, Colombia, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Perú y Chile.
Para cada visita apostólica, Jorge Mario Bergoglio, adaptó su mensaje a la realidad local, enfatizando distintos aspectos de su doctrina social. Es el caso de Brasil, en la Jornada Mundial de la Juventud, donde llamó la atención de los jóvenes animándolos a ser protagonistas del cambio. En México, evidenció el karma del narcotráfico y la violencia que envuelve a ese país. Por su parte, en Ecuador y Bolivia, promovió por el respeto a los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente.
La opción «Iglesia en salida» y la preferencia por los pobres
En todas sus giras pastorales, el mensaje central fue la opción preferencial por los pobres. En su recorrido por América Latina y el Caribe, insistió en la urgencia de trabajar por la equidad y combatir la corrupción, instando tanto a la Iglesia como a los gobiernos a poner en primer lugar a los más desfavorecidos. Los encuentros mantenidos con presos, trabajadores y comunidades indígenas reflejaron su dedicación y compromiso con los menos favorecidos y el bien común.
Por otra parte, el Papa Argentino siendo un fuerte crítico de los sistemas económicos que promulgan la desigualdad, instó a los líderes económicos y políticos trabajar por un modelo más justo e inclusivo. En Paraguay y Perú, pidió a los gobiernos evitar la explotación de recursos naturales que van en perjuicio de las comunidades más pobres.
Interacciones con líderes políticos y su impacto en la Región
Otros momentos significativos de los viajes del primer representante de la Iglesia católica, fueron los encuentros con jefes de Estado y funcionarios locales. En Ecuador, Bolivia y Paraguay, conservó los llamados a la unidad y defensa de la democracia. En Colombia, se avanzaba en el proceso de paz con las FARC, instó al diálogo y la reconciliación. En Chile, enfatizó en la crisis de abusos en la Iglesia, hecho que hizo dar un significativo paso en el manejo de estos casos.
En sus encuentros con dignatarios, no escatimó en abordar temas sensibles. En países donde la corrupción desborda, hizo llamados directos a ejercer la transparencia. Con sus discursos incomodó a muchos, pero también fueron percibidos como un recordatorio necesario de los valores, siempre inspirados desde la Palabra y el Magisterio de la Iglesia.
Francisco, mediador en conflictos regionales
Francisco fue una figura clave en la gestión diplomática. Su mediación en el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos en 2014 marcó un hito histórico. Su papel como mediador le permitió construir puentes en una región marcada por las divisiones y la indiferencia. Como facilitador demostró su interés por construir puentes en un continente fracturado por las divisiones políticas, sociales e ideológicas.
Asimismo, el líder católico promovió iniciativas de paz en países afectados por conflictos bélicos y crisis políticas. Nicaragua es uno de ellos, allí instó a un diálogo constructivo y respetuoso como ruta para liberar tensiones y hallar caminos pacíficos. Por su parte, en Argentina propició la promoción de un diálogo entre dirigentes políticos adversarios, siendo prudente por ser su país natal.
No cabe duda resaltar que, las visitas apostólicas del Papa Francisco a Latinoamérica dejaron una huella imborrable, fortaleciendo la misión de la Iglesia y fomentando la conversión social a través del diálogo y la reconciliación. A pesar de las críticas que recibió, sus mensajes seguirán calando y llenando de esperanza no solo a los católicos, sino también a no creyentes.
Le puede interesar: La Iglesia chilena se hace presente en la Ciudad del Vaticano para despedir al Papa Francisco
Suscríbete gratis por a nuestro canal de Whatsapp https://bit.ly/4hbWWN0
Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24
Escucha el Himno del Jubileo en su versión latinoamericana y caribeña https://bit.ly/41l312P