El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Marcelo Colombo, advirtió sobre el “mensaje violento” de Javier Milei, una preocupación que la Iglesia ya había expresado antes de la reciente represión a manifestantes.
Además, el prelado valoró la “entrega heroica” y el “corazón pastoral” del Papa Francisco en este momento de dificultad.
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En diálogo con el programa radial Modo Fontevecchia, el también Arzobispo de Mendoza recordó que el 12 de marzo, al finalizar la comisión permanente de obispos, la Conferencia Episcopal envió un tradicional mensaje al pueblo de Dios en el que alertaban sobre “lenguajes despreciativos” de la dirigencia hacia las minorías y sus necesidades.
Horas después, tuvo lugar en las inmediaciones del Congreso de la Nación, una marcha de jubilados para reclamar mejoras en los salarios, que en esta oportunidad tuvo el apoyo de hinchadas de fútbol. La protesta derivó en enfrentamientos y represión policial, con varias personas heridas y detenidas.
“Advertimos a la sociedad por el mensaje violento del presidente antes de la marcha del miércoles. Todo eso tuvo lugar como parte de la reflexión de ese pequeño documento que emitimos el día miércoles. Después vendría la represión en la tarde”, lamentó.
Mons. Colombo reconoció que en la marcha “ha habido una previa invitación general a la violencia, al convocar a gente que no tenía que ver con el reclamo original. Pero esto no significa, de ningún modo, saltarse las normas, disparar directamente contra personas o ejercer violencia sobre personas que no se pueden defender”, aclaró.
“El reclamo de los jubilados es perfectamente legítimo”, aseguró, considerando que la población que lo acompaña no hace uso de ese reclamo, “sino que muchos sectores ven que en esto está el drama de su propio padre o abuelo, y quieren respaldarlos”.
“A una cierta edad es un agobio moral que una persona deba vivir en la indigencia cuando ha trabajado toda la vida. El reclamo era legítimo, pero las autoridades tendrán que justificar los modos de represión porque en las imágenes se ven cosas tremendas”, puntualizó.
La situación económica, la ludopatía y la ausencia del Estado
Otro de los temas tratados en la asamblea episcopal tuvo que ver con la situación económica, desde las realidades más palpables por la Iglesia a través de Cáritas y las Pastorales Sociales: la mesa de los más necesitados.
En ese marco “insistimos en que ha crecido la demanda de alimentos en nuestras Cáritas. Insistimos en que no nos alcanza con lo que normalmente dábamos. Ha crecido tremendamente la población de gente en situación de calle, y no bastan las respuestas intentadas desde el plano legal o represivo. Claramente lo agravan”, denunció el presidente del Episcopado.
Entre las cuestiones que preocupan a la Iglesia Católica, refirió Mons. Colombo, está el proyecto para bajar la edad de imputabilidad. Al respecto, “hemos abordado la necesidad de decir siempre una palabra sobre esto y la Pastoral Social está trabajando en un texto que saldrá en estos días sobre esta cuestión”, anticipó en la conversación radial.
“También nos preocupa el tema de la ludopatía e insistimos en que debe ser tratada esa ley, que fue aprobada en la Cámara de Diputados, pero que ahora queda en el Senado para su sanción, y todavía no aparece en pantalla el proyecto que debía ser tratado primero por distintas comisiones”, advirtió. “Eso nos preocupa porque tiene que ver con otros consumos que sí son problemáticos y hacen crecer la brecha, inclusive en la línea de la salud mental de nuestra población”, lamentó.
El prelado ahondó sobre la falta de presencia del Estado, en especial en los sectores más necesitados. “Eso hace que allí, donde hay una necesidad, sean otros los que provean a los que están en un momento de indigencia absoluta. Esto significa que crece la dependencia y se expone a la población a otros liderazgos que no son precisamente los que les van a hacer bien”, subrayó, refiriéndose puntualmente al narcotráfico y sus redes.
Un Francisco absolutamente real
Sobre la primera imagen del Papa Francisco tras su hospitalización, difundida el domingo 16 de marzo, el arzobispo destacó que refleja a un Francisco “absolutamente real”.
“Esa postura física, ese modo de orar con los ojos abiertos hacia adelante y la mirada baja, es típico de él. Al verlo, nos encontramos con Francisco, y eso nos ha hecho mucho bien. Seguramente aún necesitará una recuperación más sólida para consolidar los avances del tratamiento”, señaló.
“Lo esperamos con ansias y queremos verlo nuevamente en actividad, aunque con un ritmo más acotado, pero no por eso menos intenso en entrega y dedicación”, aseguró.
El prelado consideró que la imagen fue un mensaje reconfortante para quienes esperaban verlo: “Lo miramos y nos sentimos confortados. Y para quienes especulan, creo que esto les hace reflexionar sobre cómo la vida de las personas es un bien mayor por encima de cualquier otro deseo o interés mezquino”.
En Francisco, el arzobispo ve “una entrega heroica” y está convencido de que su legado será ampliamente valorado. “Hoy, más allá de su enfermedad, un balance auténtico —tanto dentro de la Iglesia como desde otras expresiones del pensamiento y las ciencias humanas— no podrá ignorar el impacto de su presencia en las realidades de la gente”.
Recordó, además, momentos clave de su pontificado: “Cuando fue a la comunidad de migrantes que llegaban a las costas italianas y pronunció esas palabras conmovedoras, marcó el rumbo de su papado. Luego, cada gesto confirmó ese compromiso. Y hoy, aunque sigue recuperándose, hace llamadas a Gaza para expresar su cercanía en medio del horror o envía un telegrama a Bahía Blanca para mostrar su preocupación. Su corazón pastoral sigue intacto, y la neumonía no ha limitado su generosidad”.
Julieta Villar
Soy periodista, licenciada en comunicación por la Universidad Nacional de La Matanza en Argentina. Tengo experiencia laboral en organizaciones no gubernamentales. Desde 2016 me dedico al periodismo católico, primero en la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) y, desde 2022, como corresponsal de ACI Prensa para Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia.