Foto: Estefanía Leal/El País.
La falta de una mayoría parlamentaria que respalde las iniciativas del gobierno de Yamandú Orsi era un problema político que ya se conocía desde el año pasado, incluso se sabía desde antes que los uruguayos eligieran presidente de la República, porque ganara quien ganara se iba a lidiar con el mismo problema, aunque el Frente Amplio podía decir -y lo dijo en campaña electoral- que gracias a que en el Senado contaría con una mayoría de legisladores, para algunas cosas tendría un camino más allanado -por ejemplo, para el voto de gran parte de las venias.
Pero que no haya votos suficientes para la izquierda en Diputados genera una complejidad que ha obligado a sus principales legisladores a idear estrategias casi que desde el inicio del período, sobre todo pensando en el presupuesto quinquenal que el gobierno debería enviar al Parlamento antes de que finalice agosto. Porque si no hay acuerdo político, el Frente Amplio -que hoy cuenta con 48 representantes en la cámara baja- debería llevar adelante sus prioridades con la asignación presupuestal del período anterior, escenario que nadie en el oficialismo desea.
Por eso el análisis de la composición de las bancadas es una actividad que ya ocupa a algunos de los referentes del oficialismo, particularmente en filas del sector ampliamente mayoritario de la izquierda, el Movimiento de Participación Popular (MPP).
En efecto, se tiene identificado que de las opciones disponibles para buscar las mayorías en Diputados, hay una que se ve con mejores posibilidades de éxito, indicaron a El País fuentes del Frente Amplio.
Los principales caminos que puede seguir la izquierda para sacar adelante esta ley medular -salvo que se obtengan apoyos circunstanciales de sectores de los partidos Nacional y Colorado, una posibilidad que el secretario de Presidencia Alejandro Sánchez dejó abierta en entrevista con El País el 9 de marzo- conducen o al partido de Gustavo Salle, Identidad Soberana, o a Cabildo Abierto, la fuerza política de Guido Manini Ríos. En filas oficialistas está claro que la mejor posibilidad es esta segunda opción, puesto que Identidad Soberana “no tiene una agenda” de temas establecida desde la que construir una negociación tradicional.
En cambio, dijo a El País días atrás un dirigente del MPP, sí se interpreta que esto ocurre con el partido de Manini Ríos, en donde incluso hay algunas “coincidencias” en determinados temas, como la situación de endeudamiento en que se encuentran cientos de miles de uruguayos -tema sobre el cual los cabildante intentaron, infructuosamente, promover una consulta popular.
Las conversaciones, más allá de aproximaciones informales, todavía no se desplegaron, pero los dos diputados cabildantes están abiertos al intercambio, y afirman que el partido no opera como un integrante de la coalición republicana que forman blancos, colorados e independientes, y a la que tengan que ajustarse para tomar posturas y definiciones. “Hoy no hay un ámbito de coalición, ni siquiera hay reuniones”, enfatizó el diputado Álvaro Perrone.
Leonardo Maine/Archivo El Pais
La otra legisladora de este partido, la diputada Silvana Pérez Bonavita, declaró casi lo mismo: que tampoco cree que exista la coalición como una alianza partidaria que actúe como tal, y que eso se refleja en la “interna” que tienen algunos de sus eventuales socios, como el Partido Colorado -que ha mostrado desacuerdos en temas claves, como la discusión por la Caja de Profesionales, puso de ejemplo.
“Hoy no hay una coalición ejecutándose en el Parlamento, y las diferencias que existen en los partidos tradicionales denotan que no hay sintonía”, insistió la parlamentaria, que aunque entiende temprano hablar de coincidencias con el oficialismo ya adelantó que proyecta un “diálogo fluido” con el Frente Amplio en la discusión presupuestal, y se imagina muy lejos de un posicionamiento que tenga como único propósito “obstaculizar al gobierno”.
La postura está clara, y es la misma que ha manifestado varias veces Manini Ríos. La última vez, el pasado 24 de mayo, el exsenador declaró en entrevista con El País que no le veía sentido pertenecer a este bloque desde la oposición. “¿Por qué me habría de representar a mí alguien del Partido Nacional?”, fue una de las preguntas que se hizo el fundador de Cabildo Abierto en ese sentido.
Tradición y expectativa
La regla histórica indica que las oposiciones no votan las leyes de presupuesto, lo que por lo general no representa ninguna dificultad porque los oficialismos habitualmente tienen apoyos suficientes para que los proyectos prosperen. Luego, una vez aprobada la iniciativa, las bancadas inician la discusión en particular, y ahí sí las oposiciones acuerdan y respaldan con su voto algunos de los artículos internos.
Esto fue lo que, por ejemplo, hizo el Frente Amplio en 2020, cuando se trató el Presupuesto del gobierno de Luis Lacalle Pou: la bancada frenteamplista de Diputados -cámara por la que se acostumbra a que ingrese en primera instancia la iniciativa presupuestal- decidió no apoyar en general el proyecto, entre otras varias razones porque a su entender le daba “la espalda a las necesidades del pueblo”, aunque luego respaldó algunos artículos.
Por eso no es descabellado, ni mucho menos, en filas de los partidos Nacional y Colorado, la idea de no votar el Presupuesto del gobierno, más allá de que, en público, se declare que el objetivo político es “no trancar por trancar” a la administración de Orsi. La diferencia es que, si así ocurre, no será una anécdota como en 2020.
Para el presidente de la bancada nacionalista de la Cámara de Representantes, Sebastián Andújar, el escenario que se abre este año con este tema es por lo menos de una “complejidad” más que atendible, por el alto nivel de “incertidumbre” debido precisamente a qué “actitud” será la que finalmente adopte Cabildo Abierto -exintegrante del gobierno de Lacalle Pou.
“Desconocemos el rumbo que tomará Cabildo y si responderá a los lineamiento de Manini Ríos o al de sus dos diputados”, dijo Andújar, también exaspirante a la Intendencia de Canelones.
“Pero la gran pregunta es si habrá presupuesto o no, y eso es algo que no tenemos claro”, agregó el nacionalista.
El coordinador de la bancada de diputados del Partido Colorado, Conrado Rodríguez, manifestó las mismas dudas : la incertidumbre, subrayó, no está en la eventualidad de “acompañar algunos artículos” de la iniciativa presupuestal, sino en el voto del proyecto en general para luego dar pase al Senado -donde las discusiones son más ordenadas, y en donde los partidos terminan de negociar los planteos más delicados, ya que allí se encuentran los líderes de los sectores.
La discusión no será sencilla y las bancadas probablemente lleguen con cierto desgaste a setiembre: por el momento, los acuerdos no han abundado, y de hecho Diputados elevó al Senado esta semana el proyecto de reforma de la Caja de Profesionales con un esquema de financiamiento muy diferente al que propuso el gobierno, por falta de acuerdo. Ahora, a partir de este lunes, el debate se centrará en la última Rendición de Cuentas del anterior gobierno, lo que implicará una ardua batalla política, como adelantó El País el domingo pasado.
Perrone: “La coalición no va a mandar a Cabildo Abierto en nada”
En Cabildo Abierto está extendida la idea de que o no existe hoy en día la coalición republicana, o este partido al menos no la integra estando en la oposición. Álvaro Perrone, uno de sus diputados, dijo a El País que, para empezar, “no hay un ámbito de coordinación” de este eventual bloque. Y que, más allá de esto, la determinación de Cabildo es la de “actuar como partido de oposición” sin ninguna atadura. “La coalición no va a mandar a Cabildo en nada. Somos independientes”, advirtió.
