El arranque del curso político barcelonés se está adelantando unos pocos días. El alcalde Jaume Collboni y los concejales de ERC protagonizaron este martes su primer encontronazo en el marco de las negociaciones de los próximos presupuestos del Consistorio. El socialista dijo de un modo muy optimista que el acuerdo con ERC estaba ya cerca y los republicanos respondieron enseguida que no saben a qué se refiere, que todavía no se sentaron con el ejecutivo para tratar esta cuestión.
El alcalde Collboni durante su visita al Port Olímpic aseguró que el gobierno municipal tenía ya muy avanzado un suerte de preacuerdo con los ediles republicanos a fin de aprobar las cuentas del Ayuntamiento y también sus ordenanzas fiscales. “Pensamos que acabará prosperando positivamente”, añadió. Y, dado que el apoyo de los concejales de ERC no es suficiente para sacar adelante la propuesta de presupuestos que plante el ejecutivo municipal, Collboni agregó que está bien dispuesto a mostrarse flexible y tener muy en cuenta las aportaciones que realicen los otros grupos de la oposición. El alcalde subrayó que su gobierno presentará muy pronto una propuesta de presupuestos y que de manera inmediata arrancará después una ronda de negociaciones con los grupos de la oposición.
El alcalde dice que el acuerdo está avanzado y los republicanos responden que aún no se sentaron a hablar
Pero al poco de que el acalde hiciera estas declaraciones el grupo municipal de ERC emitió un comunicado para expresar su sorpresa al respecto. “Estamos sorprendidos por las declaraciones del alcalde ya que todavía no se ha producido ninguna conversación ni reunión para encarar una negociación de las cuentas del 2026, ni ERC ha trasladado ninguna petición para incorporar a los presupuestos del próximo año. En estos momentos únicamente estamos trabajando en el seguimiento de los acuerdos alcanzados con el gobierno municipal durante este año.
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Ramon Suñé

Hace un año y poco el alcalde Collboni arrancó el curso político señalando como una de sus prioridades dotar al Ayuntamiento de unos presupuestos progresistas, contando para ello con el apoyo de BComú y ERC. Pero a la postre, si bien las negociaciones con ERC dieron unos cuantos frutos, las conversaciones con los comunes se enturbiaron hasta atascarse en un callejón sin salida. BComú quería que el gobierno se comprometiera a no derogar la norma del 30%. El gobierno municipal también trató de acercarse a Junts, pero al principal grupo de la oposición no le hizo ninguna gracia que le trataran como un segundo plato. Al final las cuentas quedaron prorrogadas.