A siete meses del Mundial de Fútbol 2026, el clásico “¿no será hora de cambiar la tele?” vuelve a aparecer en muchos hogares argentinos. Y esta vez, el impulso no viene solo por el tamaño de la pantalla: la camada de televisores que llegó en 2025 suma un ingrediente que empieza a marcar diferencia.
La inteligencia artificial ya no es un complemento, sino parte del corazón del equipo, capaz de ajustar imagen, sonido y rendimiento en tiempo real según lo que se esté viendo.
Dentro de la nueva familia de televisores, Samsung lanzó recientemente Vision AI 2025 en Argentina: su línea tope de gama potenciada por inteligencia artificial en el procesador. El modelo QLED Q7F ocupa un lugar estratégico: es el más accesible entre los Neo QLED y OLED de la familia, pero conserva varias funciones claves y un rendimiento más que respetable para su rango.
La experiencia, en comparación con otras grandes pantallas, es la sensación de un televisor justamente pensado para la mayoría, sean futboleros o maratonistas de series en plataformas de streaming: buen color, buen sonido y herramientas inteligentes que suman en el día a día.
Imagen: Quantum Dot y escalado con IA que marcan la diferencia
Televisores que pueden convertirse en obras de arte. El Q7F de 75 pulgadas apuesta por un panel QLED 4K (3.840 x 2.160) con tecnología Quantum Dot, lo que le permite cubrir el 100% del volumen de color incluso en ambientes iluminados. Por ejemplo, en un living con ventana grande, se defiende mejor de lo que uno esperaría en este segmento.
El procesamiento recae sobre el Q4 AI Processor, encargado de tareas como inteligencia de escena, reducción de ruido y, sobre todo, 4K AI Upscaling.
En la práctica, el escalado es uno de los puntos más visibles: contenido en 1080p, ya sea cable, streaming o partidos de fútbol, gana nitidez y bordes más definidos. No evita todos los artefactos de baja calidad, pero la mejora respecto a un panel 4K “convencional” es clara.
La frecuencia de actualización de 50Hz o 60 hz posiciona al Q7F fuera del radar del gaming competitivo, aunque responde bien en las consolas PS5, Xbox Series X o Switch 2 y transmisiones en streaming de alto bitrate.
Donde más se nota la diferencia frente a un Neo QLED es en el contraste: al no tener Mini LED, las escenas muy oscuras dependen más del procesamiento y pueden mostrar un leve halo en objetos brillantes. Aun así, para un televisor de su franja, rinde.
Sonido: mejor de lo esperado y con funciones útiles
Uno de los aspectos más sorprendentes del Q7F es su rendimiento sonoro. Con Object Tracking Sound Lite, intenta simular audio 3D siguiendo el movimiento en pantalla. No reemplaza una barra, pero sí logra una espacialidad mejor que otros modelos del segmento.
El sistema ajusta el audio automáticamente mediante Adaptive Sound, que analiza el tipo de contenido y prioriza voces o efectos según la escena. En series y noticieros, esto se percibe de inmediato.
Conectividad, sistema y funciones de IA
A nivel plataforma, el televisor tiene el sistema operativo Tizen Smart TV, que se mantiene rápido, estable y con acceso a las apps esenciales, como en toda la familia Samsung. Si bien no es Android, donde uno puede estar más familiarizado con la descarga de aplicaciones, la experiencia general es fluida y la actualización garantizada por Samsung ayuda a extender su vida útil.
En puertos y conexiones trae: HDMI (x3), USB-A (x1), entrada óptica, conectividad WiFi y Bluetooth.
Aunque sea el modelo más económico de Vision AI, no pierde funciones clave como: SmartThings, el hub que permite controlar luces, robots aspiradores o enchufes; Knox Security agrega varias capas de seguridad para prevenir apps maliciosas o accesos no autorizados; y AI Energy Mode, que adapta el brillo para bajar consumo.
Son detalles invisibles en la pantalla, pero importantes para una TV que funciona como centro digital del hogar.
La inteligencia artificial también hace lo suyo más allá de las imágenes, como por ejemplo con la traducción en tiempo real de videos. El televisor detecta el el idioma de los subtítulos del contenido que se está reproduciendo y lo traduce al instante, en este caso, al español.
También tiene la capacidad de generar fondos de pantallas únicos según el estado de ánimo del usuario. Desde el menú, hay que elegir tema, escena, emoción y atmosfer. La IA, luego de procesar esa información diseñará tres posibles imágenes. En caso que ninguna termine de conformar, se podrán regenerar nuevas o bien resetear la operación y cambiar los parámetros.
Por otro lado, los usuarios tienen acceso a una tienda digital (Art Store) con más de 3000 obras de museos y artistas de todo el mundo. Esto permite transformar al televisor de 77 pulgadas en un gran cuadro de arte cuando está en modo Standby o «Suspensión».
En las funciones de entretenimiento, incluso podés conectar tu teléfono para usarlo como micrófono, gracias a la función Karaoke. No necesitas ningún equipo aparte: tu configuración para cantar ya está lista porque viene integrada en el televisor.
El control remoto Samsung para sus Vision AI se recarga con luz solar o la misma del hogar. Otro detalle a tener en cuenta es su particular control remoto TM2360E.
Desde hace cinco años, Samsung incorporó en varias de sus pantallas un dispositivo que funciona sin las típicas pilas alcalinas, ya que está compuesto por una celda solar en la parte posterior que absorbe la luz solar o la luz de tu hogar para cargar la batería interna.
Una sola batería completamente cargada puede durar hasta dos años, lo que la convierte en una alternativa económica a las baterías desechables.
Diseño, dimensiones y disponibilidad
El Q7F tiene un diseño sobrio, con marcos finos y un espesor reducido para montarlo fácilmente. En su versión de 75 pulgadas, sus medidas son de 167.75 × 96.24 × 6.11 cm (ancho, alto y profundidad) por lo que hay que tener en cuenta la ubicación y la distancia. De acuerdo al tamaño, lo recomendable es de aproximadamente 2.3 a 2.7 metros.
Su tamaño lo hace ideal para livings medianos o grandes, donde puede aprovecharse la superficie de pantalla sin exagerar el brillo.
El Samsung QLED Q7F es probablemente la opción más equilibrada y sólida en relación precio-calidad de la línea Vision AI para 2025. No apunta a ser el televisor más avanzado de la marca, pero justamente ahí radica su atractivo: ofrece mucho más de lo que uno espera en su rango de precio sin sentirse recortado o limitado.
Es ideal para familias y usuarios que consumen principalmente streaming, cable HD o deportes, como para quienes quieren una TV grande (75″) con buen color sin irse a precios altos. Para los más exigentes, no es recomendable por su déficit para las escenas oscuras.
Esto lo coloca en el segmento de la nueva generación de pantallas gigantes pensado para la vida cotidiana, para encenderlo todos los días y obtener buena imagen, buen sonido y un ecosistema estable. Una puerta de entrada seria al universo Vision AI.
SL

