El juez federal Sebastián Casanello procesó este lunes a Ariel De Vincentis, jefe de seguridad de Nordelta, acusado de colaborar para que Jonathan Kovalivker, dueño de la droguería Suizo Argentina, se liberara del allanamiento ordenado por la justicia. La medida responde a maniobras que permitieron demorar el ingreso policial al country, favoreciendo la huida del empresario.
La acusación incluye los delitos de desobediencia a la autoridad, estorbo de un acto funcional y encubrimiento, según el fallo judicial. Se le impuso un embargo de 2 millones de pesos y la causa será derivada a un tribunal con jurisdicción en Tigre.
Desde el inicio de la investigación, vinculada a los audios de Diego Spagnuolo sobre supuestas coimas en la ANDIS, los registros judiciales señalan que el accionar de De Vincentis desconcertó a las autoridades, particularmente por su rol en obstaculizar la sorpresa del operativo.
El caso sigue su curso en la justicia, y su resolución podría marcar un precedente en el control y la colaboración con las fuerzas del orden durante allanamientos sensibles.