Estas vitaminas son esenciales para mantener un equilibrio emocional; incorporarlas en la dieta puede ser útil para quienes buscan gestionar mejor las presiones cotidianas.

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María Salas Valencia, El Tiempo/GDA
El estrés es un fenómeno frecuente en la vida cotidiana debido a las largas jornadas laborales, las exigencias académicas y las tareas domésticas. Sin embargo, hay tres vitaminas clave en la lucha contra el cansancio y el estrés: vitamina C, vitamina B6 y vitamina D.
La función de cada vitamina en el manejo del estrés
La vitamina B6 es fundamental en la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, cruciales para regular el estado de ánimo. Esta vitamina también es clave para la producción de GABA (Ácido Gamma-Aminobutírico), un compuesto que produce un efecto relajante en el cerebro.
Por su parte, la vitamina C está vinculada con la respuesta del cuerpo al estrés. Un nivel adecuado de esta vitamina contribuye a un estado de ánimo elevado, mientras que su deficiencia puede desencadenar síntomas como ansiedad y depresión.
Finalmente, la vitamina D, conocida comúnmente como la vitamina del sol, es también una aliada contra el estrés. Esta vitamina es útil para mantener un buen estado de ánimo, y además, al ser absorbida por el sol, también proporciona beneficios al exponerse al aire libre.

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Fuentes alimenticias de estas vitaminas
Para obtener vitamina C, se recomienda consumir frutas cítricas como las naranjas, y verduras como la acelga, batatas, alcachofas, polvo de cereza y brócoli.
La vitamina D se encuentra en alimentos como los pescados grasos y el queso. En cuanto a la vitamina B6, puede adquirirse de fuentes como el atún, el salmón, los bananos, las papas y los garbanzos.
Estas vitaminas son esenciales para mantener un equilibrio emocional y disminuir los efectos negativos del estrés. Incorporarlas en la dieta puede ser una estrategia efectiva para quienes buscan gestionar mejor las presiones cotidianas.
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