En el marco de la investigación por el brutal triple femicidio de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) en Florencio Varela, fuerzas de seguridad realizaron este viernes un allanamiento clave en el búnker de “Pequeño Jota”, el joven narco peruano de 23 años señalado como autor intelectual del crimen. El operativo se llevó a cabo en el Barrio Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires, y estuvo a cargo de la Policía Bonaerense con apoyo de la fuerza porteña.
El lugar inspeccionado era una edificación de tres plantas que funcionaba como base de operaciones de la organización criminal. Aunque el principal sospechoso logró escapar antes de la llegada de los efectivos, se encontraron elementos que refuerzan la hipótesis de su participación directa en el crimen. Entre los hallazgos se destacan dinero en efectivo, viandas de comida recién preparadas y dispositivos electrónicos que podrían contener registros de la transmisión en vivo del asesinato, una de las líneas más escalofriantes de la causa.
Según los investigadores, “Pequeño Jota” —también conocido como “Julito”— habría planeado cada detalle del crimen: desde la trampa de la fiesta en el Bajo Flores hasta la ejecución y posterior ocultamiento de los cuerpos en una cámara séptica en el fondo de una casa en Florencio Varela. La frase que habría repetido durante el crimen, “Esto le pasa a quienes me roban”, refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas por el supuesto robo de dinero y cocaína.
Durante el allanamiento, ocho personas fueron demoradas, aunque ninguna quedó formalmente detenida. En paralelo, ya hay cuatro imputados por el triple homicidio: Miguel Ángel Villanueva Silva, Iara Daniela Ibarra, Andrés Maximiliano Parra y Magalí Celeste González Guerrero. Todos enfrentan cargos por homicidio calificado con agravantes como alevosía, ensañamiento y violencia de género.
El perfil de “Pequeño Jota” preocupa a las autoridades. A pesar de su corta edad, es considerado “extremadamente sanguinario” y comparable con narcotraficantes de mayor trayectoria. Su identidad real aún no fue confirmada oficialmente, pero se le adjudica nacionalidad peruana y una orden de captura nacional e internacional pesa sobre él.
Las autopsias revelaron el nivel de violencia ejercido sobre las víctimas. Lara fue la que recibió mayor ensañamiento: le amputaron los dedos de una mano, tenía cortes en la oreja y el cuello, e intentaron calcinar su cuerpo. Brenda sufrió fractura de cráneo y heridas post mortem, mientras que Morena fue asfixiada con una bolsa en la cabeza.
La causa sigue abierta y la búsqueda de “Pequeño Jota” continúa. Mientras tanto, el país se conmueve ante uno de los crímenes más atroces de los últimos tiempos.
