La piel, compuesta, básicamente, por la epidermis y la dermis, es un formidable escudo de protección ante agresiones externas, como gérmenes, suciedad y hasta cierto punto, los rayos solares.
Pero la piel también está expuesta a numerosos tipos de heridas y, aunque se trate de una lesión pequeña, siempre hay que tratarla, porque puede ser la puerta de entrada a una infección.
Los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra, España, destacan que la causa más frecuente de una infección, durante la cual la piel se enrojece y se calienta, es la mala limpieza.
Sabemos que el alcohol o el agua oxigenada pueden resultar efectivos a la hora de limpiar una herida. Pero existe otro desinfectante mucho más efectivo que conviene conocer.

En primer lugar, dicen desde la universidad española, hay que saber que “la falta de oxígeno favorece el crecimiento de estos gérmenes denominados anaerobios, y la maceración de la herida, por humedad y secreciones, puede facilitar el anidamiento de hongos”. En este sentido, es contraproducente tapar una herida de manera inmediata con un apósito.
El tratamiento pasa, primero, por una limpieza para eliminar cualquier material o tejido necrótico. Para conseguirlo puede aplicarse agua a presión. Luego, sí hay que recurrir a antisépticos.
“Los antisépticos son útiles si son aplicados correctamente y durante un tiempo suficiente (de 5 a 10 minutos). El agua oxigenada destruye los gérmenes de forma eficaz por la acción del oxígeno”, detallan los expertos. El alcohol es capaz de eliminar la capa protectora de muchas bacterias, debilitándolas y favoreciendo su destrucción. En caso de utilizar alcohol o agua oxigenada es importante chequear la caducidad del producto.
La herida solo debe ser cubierta para protegerla de la suciedad o el roce y, en caso de que sangre, para evitar una hemorragia. “Para ello podemos emplear vendas o paños limpios hasta que sea valorada por un servicio médico”, aconsejan desde la Universidad de Navarra.

“Si la herida es amplia, puede exudar un líquido seroso que al contacto con el aire se vuelve pegajoso. En estos casos, evitar la aplicación de algodón o tejidos filamentosos y vigilar periódicamente la herida por si apareciera cualquier signo de infección, sobre todo si tiene que estar cubierta o está oculta por algún pliegue”.
Los especialistas de esta universidad española enumeran los siguientes casos en los que hay que acudir a un servicio médico: hinchazón o enrojecimiento muy doloroso alrededor de la herida; presencia de líquido sucio y maloliente y cuando el fondo de la herida deja de tener un aspecto rojo o carnoso, y aparece un tejido de aspecto blanco o verdoso. Otro signo de alarma es la presencia de pus, lo que significa que la lesión está infectada.
En tanto, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) considera a la clorhexidina como el antiséptico más recomendable para el tratamiento de la piel sana o erosionada, así como de heridas superficiales y quemaduras leves. Desde la entidad aseguran que tanto el alcohol como el agua oxigenada pueden causar irritación y hasta pueden demorar la cicatrización de las heridas.