En la dieta diaria, muchas personas incorporan alimentos ricos en fibra, un componente presente de forma natural en frutas, verduras, granos integrales y legumbres. Esta sustancia cumple un rol fundamental en el organismo, ya que aporta diversos beneficios.
Según el sitio Mayo Clinic, mientras que otros nutrientes se descomponen y se absorben, la fibra atraviesa el estómago, el intestino delgado y el colon casi sin alteraciones, hasta ser eliminada del cuerpo.
Debido que ofrece múltiples beneficios, muchas familias buscan sumarla a su alimentación, aunque no siempre saben cómo hacerlo.

Cómo incorporar alimentos con fibra en la dieta
El sitio Padres e Hijos, dedicado a temas de crianza y vida familiar, explica cómo y cuándo incluirla en la dieta.
«A partir de los seis meses, tu bebé está listo para comer papillas de verduras, frutas y cereales, según lo recomiende tu pediatra», señala el sitio.
También presenta un listado dividido por grupos de alimentos con fibra para facilitar la compra en el supermercado y su incorporación en las comidas diarias.
- Cereales: integrales, maíz, trigo, cebada, centeno y avena.
- Semillas: almendras, cacahuates, nueces y avellanas.
- Frutas: manzanas, pera, duraznos, higos, ciruelas, melón, piña, bananas, uvas y pomelo.
- Verduras: apio, arvejas, zanahorias, brócoli, hongos, nopales, chauchas, coliflor, lechuga y espinaca.
- Legumbres: porotos, lentejas y habas.

Expertos recomiendan sumar la fibra de forma gradual, ya que una introducción brusca puede provocar gases, hinchazón o calambres. Lo ideal es hacerlo de a poco, a lo largo de algunas semanas, para que el cuerpo se adapte.
Además, resulta clave acompañar el consumo de fibra con buena hidratación. La fibra actúa con mayor eficacia cuando absorbe agua, por lo que tomar suficiente líquido a lo largo del día mejora su funcionamiento y reduce posibles efectos secundarios.
Cuáles son los beneficios de consumir fibra
Una dieta rica en fibra ayuda a mantener la salud de diversas maneras, según señala el sitio Mayo Clinic.
- Menos posibilidades de estreñimiento. La fibra alimentaria aumenta el peso y el tamaño de las heces, y las ablanda.
- Consumir fibra con regularidad mejora la salud intestinal, previene hemorroides y diverticulitis, y puede reducir el riesgo de cáncer de colon.
- Los alimentos con fibra soluble, como la avena, ayudan a bajar el colesterol malo y cuidan la salud del corazón.
- La fibra, sobre todo la soluble, ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre y puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Ayuda a tener un peso saludable.
- La ingesta de más fibra está asociada con un menor riesgo de morir de cualquier enfermedad, incluida la enfermedad cardíaca.
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