Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, como así también algunos testigos, ayudaron a reconstruir los últimos momentos de vida de la víctima y de qué manera el acusado estaría vinculado a la muerte de Marcela Sosa.
De acuerdo a las imágenes de las cámaras de seguridad, el sospechoso llegó al punto de encuentro a las 11.38. Allí esperó a Sosa y se fueron juntos en dirección al terreno baldío donde posteriormente se encontró el cuerpo de la mujer.
A las 11.58, solo 20 minutos después del encuentro, el acusado volvió a aparecer en las imágenes: ya estaba solo. El hombre estaba con la misma ropa y la bicicleta en la que se desplazaba. Llamativamente, se detuvo en la esquina en la que se había encontrado con Sosa minutos antes. Después de un rato, se alejó por la colectora de Acceso Oeste.
Una vez que la mujer fue hallada en un baldío, la Justicia activó el protocolo para investigar un posible femicidio. Todo esto se llevó adelante pese a que, en un principio, el cuerpo no presentaba signos visibles de violencia. Sin embargo, los resultados de la autopsia confirmaron que la causa de la muerte fue estrangulamiento.
Después de revisar las cámaras, los investigadores presentaron las pruebas obtenidas, lo que llevó a la Justicia a disponer el allanamiento en una vivienda del barrio Rififí, en Moreno, donde estaba el sospechoso. La policía secuestró una remera violeta del club River Plate, un par de zapatillas y una bicicleta similares a las que se observaron en las imágenes de las cámaras de seguridad.
La investigación está a cargo del fiscal Federico Soñora, de la UFI N° 4 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.