La cuenta de Instagram Going Grey With está dedicada, según una breve explicación, a “una celebración radical del fenómeno natural de las canas”. Porque, como el cabello blanco está asociado con la vejez, la tintura parecía un recurso imprescindible para cubrirlo.
En los últimos años, sin embargo, actrices de Hollywood y otras celebridades comenzaron a mostrarse con su pelo natural, con algunas o muchas canas.
Más que una tendencia de moda que, por supuesto, lo es, dejarse las canas podría tener un significado desde el punto de la psicología.
Así como llevar el pelo suelto revela a una persona que destaca su libertad, evitar teñirse las canas podría suponer un cierto nivel de aceptación.

Para la gran mayoría, las canas no aparecen de forma abrupta, sino de manera progresiva a medida que los melanocitos, responsables del color del cabello, cesan su actividad. Aunque existen muchas causas, también para la mayoría esto tiene que ver con el envejecimiento.
En un artículo publicado en Psychology Today, la trabajadora social Meredith Gordon revela que, según una encuesta, la mitad de las mujeres entre 42 y 57 años se había teñido el pelo.
Para Gordon, las alteraciones ocurridas en el cabello son una “metáfora perfecta de los cambios que también se producen psicológicamente cuando las canas crecen y se dejan ver. Es un acto de autoaceptación y de aceptación de aquello que no podemos controlar, que se permite ver, no tanto por la sociedad sino por el individuo que finalmente se ve a sí mismo”.

La especialista, que admite haberse teñido el pelo, dice que no subestima el hecho de recurrir al tinte. “Mujeres más jóvenes que yo dejan que les crezcan las canas mucho antes de lo que yo hubiera imaginado”.
Pero destaca la libertad de dejar que el pelo crezca tal cual es: “Dejar que me crezcan las canas me ha hecho verme de otra manera, y no solo en el espejo, sino también en mi reflejo. Me ha llevado a verme desde dentro, con todas las partes que he tapado sin darme cuenta para intentar sentirme parte de algo”.
Al dejar visibles las canas, entonces, habría una mayor aceptación del paso del tiempo. “Los viajes son complicados y únicos y, por lo tanto, también hermosos”, dice en tono metafórico.

Un estudio de la Academia de Oxford publicado hace unos años en The Journal of Gerontology determinó que la mayoría de quienes decidieron lucir sus canas en vez de ocultarlas tiene un mayor sentido de bienestar emocional y una mejor capacidad para disfrutar de la vida y las relaciones.
En tanto, la profesora de la Universidad de Exeter Vanessa Cecil, autora de un ensayo sobre el edadismo y las canas, concluyó que hay una tendencia en la cual cada vez más mujeres deciden sentirse orgullosas de las características de su edad.
“En las sociedades occidentales, la anciana es un personaje poco deseable; se la ve como incompetente, si es que se la ve. Pero ahora, frente a los estándares imposibles de ser naturales y permanecer jóvenes para siempre, surgen mujeres que buscan la autenticidad”, explicó en el sitio We Life.