DR. DAMIÁN SILVA
En medio de la incertidumbre y la controversia por la reestructuración de la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI) del Hospital Municipal Santamarina de Tandil, el Dr. Damián Silva, neumonólogo y actual titular de la unidad, expresó en Radio Voz (FM 106.9) su preocupación sobre las decisiones tomadas por las autoridades y el impacto que pueden generar en el sistema de salud local.
El Concejo Deliberante ha recomendado revisar la situación y la Defensoría del Pueblo podría intervenir en el conflicto. Según el Dr. Silva, una de las principales falacias en el argumento de reestructuración es la idea de que una unidad de cuidados intermedios debe estar comandada por un especialista en terapia intensiva. «No es cierto que una medida de ciudades intermedios deba estar comandada por un especialista en terapia intensiva. Parte de la evaluación que hizo la Defensoría del Pueblo indica que es preferible que esté encabezada por especialistas en medicina interna con experiencia en medicina crítica, como quienes actualmente conducimos la unidad», explica.
Uno de los aspectos más preocupantes para Silva es la forma en que se designan los jefes de servicio dentro del hospital. «La idea de que un jefe de servicio sea un cargo político es aberrante. Yo no soy político y jamás consideré que entré a trabajar con la renuncia en la mano. Acepté el trabajo porque me creía preparado y me lo pidieron en una situación de emergencia. Continué porque pudimos adaptar el servicio a las necesidades del hospital». Para el neumonólogo, esta decisión arbitraria pone en evidencia un problema estructural dentro del sistema de salud municipal. «Que los jefes de área sean puestos a dedo y de manera arbitraria es uno de los focos más importantes del problema», denuncia.
Desde su perspectiva, las decisiones tomadas carecen de fundamento y de un plan de acción que realmente justifique una mejora en la atención médica. «Fueron decisiones sin fundamento y que no tenían un plan de acción para justificar una mejora. A esta altura, lo que pase con nosotros es marginal. Esto pone a la vista una situación muy irregular en la manera en que se estructura la jerarquía del hospital. Esto no es casual, tiene que ver con las intenciones y la incapacidad de quienes toman las decisiones», enfatiza.
Para Silva, la solución ideal sería la implementación de un sistema de concursos transparentes para la designación de cargos en el hospital. «Definitivamente debería haber concursos y hoy el único marco regulatorio que los define es la carrera hospitalaria, que no se cumple. Que blanqueen que la jefatura del servicio es un cargo político muestra la manera en que se deciden las cosas», sostiene.
Desde el Sistema Integrado de Salud Pública se ha deslizado la crítica de que la UCRI se apresura en derivar pacientes a terapia intensiva y luego no sigue su evolución. Sin embargo, Silva rechaza rotundamente esta acusación. «Nunca escuché eso y creo que es absolutamente lo contrario. De hecho, fuimos una descarga muy importante para terapia intensiva, que desde que estamos nosotros tiene una ocupación menor al 50 por ciento».
Otro aspecto que el especialista subraya es la falta de protocolos claros en la toma de decisiones dentro del hospital. Además, lamenta la incertidumbre sobre quién quedará a cargo de la UCRI. «Al equipo de médicos no nos comunicaron nada sobre quién quedaría a cargo. La persona que originalmente se planteó es una médica que nunca había aceptado», revela.
A pesar de la situación, el Dr. Silva mantiene la esperanza de que haya una reconsideración de las decisiones tomadas. «Cada vez que aparece el tema, tenemos la expectativa de que nos convoquen para hacer una propuesta de revaluación de la situación. Tengo la expectativa de que vean que tomaron una mala decisión», concluye.
