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Quemar hojas de laurel es una práctica ancestral que, más allá de sus usos culinarios y medicinales, ha cobrado un nuevo protagonismo en el ámbito del bienestar energético del hogar.
Según principios del Feng Shui y diversas tradiciones espirituales, este ritual milenario no solo promueve la armonía, sino que también ofrece beneficios físicos y emocionales.
Una planta protectora y purificadora
El laurel es reconocido por su energía protectora y su capacidad para atraer vibraciones positivas. De acuerdo con Architectural Digest México, quemar sus hojas secas se utiliza tradicionalmente para realizar limpiezas energéticas del hogar. El humo que desprende durante la combustión es considerado un agente purificador, ideal para eliminar malas energías, envidias, tensiones acumuladas y fomentar un ambiente de equilibrio y protección.
Este ritual tiene raíces tanto en la Antigua Grecia como en las prácticas orientales del Feng Shui, y suele estar asociado a la atracción de la buena fortuna, la abundancia y el éxito. Además, el aroma del laurel, al liberarse durante su quema, favorece la relajación, ayuda a reducir el estrés, aliviar dolores de cabeza y mejorar la concentración mental.
Cómo realizar el ritual
Para quienes deseen aplicar esta técnica de limpieza energética en sus hogares, se recomienda seguir un procedimiento específico para potenciar sus efectos:
– Colocar varias hojas secas de laurel en un recipiente resistente al calor, como un cuenco de cerámica o una olla metálica.
– Encenderlas cuidadosamente hasta que comiencen a humear y desprender su característico aroma.
– Con el recipiente en mano, recorrer cada espacio de la casa, prestando especial atención a la entrada principal, la cocina, los rincones oscuros y el altar o zona sagrada. En cada sitio, se debe girar el recipiente tres veces en sentido de las agujas del reloj.
– Una vez completado el recorrido, se deben abrir las ventanas para ventilar el ambiente y dejar el recipiente detrás de la puerta principal para que el laurel se consuma por completo.
Al enfriarse, se recomienda desechar las cenizas en la tierra como símbolo de renovación.
Es fundamental realizar el ritual en un entorno previamente limpiado, ya sea con agua con sal o con incienso, para maximizar el efecto purificador.
Más allá del ritual: propiedades medicinales del laurel
Además de su uso espiritual, el laurel cuenta con múltiples beneficios para la salud. Sus hojas, ya sean frescas o secas, contienen compuestos como taninos, flavonoides, alcaloides, linalol y eugenol, los cuales le otorgan propiedades medicinales antiinflamatorias, antioxidantes, digestivas y antirreumáticas, según la plataforma médica Túa Saúde.
Entre sus principales funciones destacan:
1. Combate microorganismos
El laurel posee acción antimicrobiana contra bacterias como Staphylococcus aureus y Escherichia coli, así como acción antifúngica contra hongos como Penicilium digitatum. Esto lo hace útil para tratar infecciones de piel, vías urinarias y del sistema digestivo.
2. Control de la diabetes tipo 2
Estudios indican que el consumo de extractos concentrados de laurel mejora la función de la insulina y regula los niveles de glucosa en sangre, lo cual es especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2.
3. Reducción del colesterol
Gracias a sus aceites esenciales y polifenoles, el laurel contribuye a disminuir el colesterol LDL y los triglicéridos, al tiempo que favorece el aumento del colesterol HDL, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares.
4. Alivio de trastornos gastrointestinales
Sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas alivian úlceras, cólicos y diarreas. También estimula la producción de enzimas y mucosa gástrica, protegiendo el estómago.
5. Beneficios respiratorios
El laurel tiene efecto expectorante, ideal para eliminar flemas y mucosidad. Su uso es común en casos de tos, resfriado, gripe y bronquitis, gracias a sus propiedades antibacterianas y antisépticas.
Valeria Castro/El Tiempo GDA