Chubut vuelve al centro del mapa energético con un acuerdo estratégico. GreenSinnergy firmó un memorándum de entendimiento con Axens, una empresa francesa de alcance global, para instalar una planta de biocombustibles en territorio provincial. El proyecto se enmarca en Eco Refinerías del Sur.
La provincia busca transformar el viento en energía limpia para la aviación. El plan es producir SAF, un combustible sustentable que reduce las emisiones y permite a las aerolíneas cumplir metas ambientales. Se utilizarán recursos locales, como el viento patagónico.
El memorándum prevé una alianza para América Latina, con foco inicial en Chubut. Las empresas quieren instalar una planta cerca de Comodoro Rivadavia. La firma del acuerdo impulsa el avance técnico y comercial del proyecto. La decisión final se espera en pocos meses.
GreenSinnergy liderará el desarrollo del proyecto en Argentina. La empresa se encargará de la gestión territorial, los estudios de viabilidad y la articulación con proveedores. Axens aportará tecnología de punta y experiencia en producción limpia.
Axens tiene base en Francia y presencia global en energía verde. Su tecnología permite capturar dióxido de carbono, purificar hidrógeno y mejorar el queroseno derivado de síntesis Fischer-Tropsch. Esa técnica ya se aplicó con éxito en otras regiones del mundo.
La planta formará parte del proyecto Eco Refinerías del Sur. Es una iniciativa de GreenSinnergy que busca transformar recursos naturales regionales en energía limpia. El viento de la Patagonia será clave en el proceso de producción.
El SAF podrá abastecer a aerolíneas locales e internacionales. El proyecto incluye acuerdos con compradores del combustible, que podrían ser empresas de transporte aéreo con metas de reducción de huella ambiental. Chubut se convertiría en proveedor estratégico.
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“Queremos transformar el viento de la Patagonia en combustible sustentable”, afirmó Carlos Villalba. El cofundador de GreenSinnergy celebró el acuerdo con Axens como un hito clave para el desarrollo energético regional.
La iniciativa ya fue presentada con estudios de prefactibilidad. Se trabajó en análisis técnicos, estudios ambientales y alternativas de radicación. El acuerdo con Axens habilita una nueva etapa, centrada en ingeniería y planificación operativa.
Se evaluaron locaciones en la zona de Comodoro Rivadavia. La región ofrece condiciones logísticas, infraestructura energética y cercanía con proveedores. También existe personal calificado y vínculos con el sistema científico y universitario.
El SAF busca resolver uno de los problemas más complejos de la transición energética. La aviación genera emisiones difíciles de compensar. El uso de combustibles fósiles sigue siendo elevado. El SAF ofrece una alternativa viable y escalable.
La planta podría generar empleo calificado y nuevos polos industriales. El impacto local incluiría puestos de trabajo en ciencia, ingeniería, logística y mantenimiento. También impulsaría inversiones en energía renovable.
Frederic Balligand, ejecutivo de Axens, destacó el acuerdo. “Proporcionamos un conjunto completo de tecnologías”, sostuvo. La empresa asegura procesos eficientes para producir SAF a escala, con reducción de riesgos tecnológicos.
El memorándum incluye el diseño de estudios técnicos detallados. Las compañías evaluarán permisos regulatorios, costos de capital y estructura de operación. Es una etapa clave antes de definir la inversión final.
La experiencia internacional de Axens fortalece el proyecto. La empresa trabajó en refinerías limpias en Asia, Europa y América del Norte. Su rol en Chubut será garantizar procesos confiables y replicables.
GreenSinnergy quiere posicionar a Chubut como líder en energías verdes. La empresa nació con esa visión y busca integrar recursos naturales, tecnología internacional y empleo local. El SAF es su primer gran paso.
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El acuerdo genera expectativas en sectores productivos provinciales. Empresarios, técnicos y referentes políticos ven con optimismo el impacto del proyecto. También destacan la diversificación productiva que puede lograr Chubut.
El proyecto podría convertirse en modelo para otras provincias. Si funciona, otras regiones argentinas con energía eólica podrán replicar el esquema. También existe interés en extenderlo a países de América Latina.
La Argentina necesita inversiones que impulsen energías limpias. La demanda mundial de SAF crece. Aerolíneas y gobiernos ya exigen cupos de biocombustibles. Chubut puede ganar espacio en ese mercado.
La Patagonia tiene ventajas naturales y logísticas. El viento constante, el territorio amplio y los recursos humanos calificados permiten avanzar en este tipo de proyectos. También se suman rutas aéreas y puertos cercanos.
El modelo se basa en una articulación público-privada. GreenSinnergy dialoga con autoridades provinciales y nacionales. La idea es asegurar marcos regulatorios estables y apoyo a la inversión productiva.
El proyecto se inscribe en un contexto de cambio global. Las energías renovables crecen. Las empresas petroleras tradicionales también invierten en combustibles limpios. Chubut no quiere quedar afuera.
La producción de SAF requiere grandes inversiones iniciales. El memorándum permite avanzar sin comprometer aún el capital completo. Esa estrategia reduce riesgos y permite escalar con solidez.
El conocimiento científico será clave para el éxito. Universidades e institutos de investigación ya mostraron interés. El proyecto podría derivar en convenios académicos y programas de formación.
La aviación es uno de los sectores más observados por su huella ambiental. La producción de SAF busca revertir ese impacto. No se trata de reducir vuelos, sino de cambiar el tipo de combustible.
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Chubut puede salir del estancamiento con nuevos modelos productivos. Este proyecto representa una oportunidad concreta. Combina innovación, impacto ambiental positivo y empleos de calidad.
El viento, antes visto como obstáculo, será ahora una fuente de valor. El recurso patagónico ya mueve molinos eólicos. Ahora también puede mover aviones con energía limpia.
La cooperación internacional refuerza la viabilidad. Axens tiene experiencia, contactos y tecnología de escala mundial. GreenSinnergy conoce el territorio. La combinación podría marcar la diferencia.
La provincia busca romper la dependencia del petróleo convencional. El SAF permite un cambio de paradigma. Se trata de usar la energía del viento para producir soluciones concretas.
