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lunes, julio 21, 2025

Quién es el argentino que lidera Mayumana, el show israelí con elenco 100% nacional que triunfa sin decir una sola palabra

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-¿Usted podría vivir sin hablar? -le pregunta de entrada Revista GENTE, aún a riesgo de que la respuesta sea que, si ello ocurriera, no habría nota.

No estaría mal -responde Walter Zaga-, pero no sé que podría -continúa el coordinador artístico de Mayumana-. Lo que pasa que si otro te habla, tenés que responder. Aunque, si no hablásemos todos, estaría bueno. Como cuando uno contesta con stickers. Yo cambié de teléfono, se me borraron esos stickers, los extraño y necesito recuperarlos. Pero bueno, entiendo que cuando hace uno de esos retiros de no hablar a lo largo de diez días, es muy sano.

-¿Usted los hace?

-No. Tendría que ver si puedo. Quizá uno piensa que sí y después se vuelve loco.

-Mayumana experimenta «retiros» de 75 minutos, lo que dura cada función. Así que…

-Y sí, tal. ¡No sabés lo sanos que son!

«UNA VEZ ME PREGUNTARON EN ESTADOS UNIDOS QUÉ HACÍAMOS NOSOTROS. ‘UN POCO DE TODO’, CONTESTÉ. Y TERMINÉ EN UN INTERROGATORIO INTERMINABLE»

Mayumana
Zaga de espaldas al Obelisco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde acaba de estrenar el espectáculo Currens.

Nació el 19 de febrero de 1972 en el Hospital Italiano porteño. «Soy acuariano, al límite, entre Acuario y Piscis. Pensé que era acuariano, hasta que a los treinta y pico me hicieron la carta astral y afirmaron que era pisciano. Toda la vida creyendo que era una cosa, y me la cambiaron. Pero bueno, quedan cerquita», explica.

-Más allá de si es acuariano o pisciano, se lo suele definir como bailarín, coreógrafo, músico, performer, docente… ¿Cómo lo haría usted si debiera recurrir a una sola palabra?

-Artista. Hoy estoy más del lado de la la dirección y la producción. Lo que nos aúna es el arte. Sería le mejor manera. Ahora cuando lleno el formulario para viajar pongo «productor». Pasa que una vez me mandé una cagada entrando a Estados Unidos. Ahí no te perdonan. Me preguntaron: «¿Qué es Mayumana?». En lugar de contestarles «un show de percusión», le mandé: «Hacemos un poco de todo». «¿Qué es un poco de todo?», y me llevaron a un cuartito, por no ser concreto, por no tener la palabra justa.  Ahí les expliqué: «No, lo que pasa es que es percusión, danza, actuación, acrobacia…» «¿Y usted qué hace?» «Un poco de todo». Y vuelta a empezar. Eran las 5AM, yo estaba redormido y babeado del viaje y en lugar de ser concreto, seguía. Ese día aprendí que siempre hay que decir una sola cosa aunque no lo sea (lanza una carcajada).

Mayumana
Parte del elenco argentino de la compañía israelí de artes que combina percusión, danza y teatro, abunda en coreografías encendidas y acude a contenedores de basura y objetos reciclados para generar sonidos y aportar ritmo. El despliegue lumínico en cada puesta también resulta relevante.

-¿Y ahora qué dice cuando le preguntan qué es Mayumana?

-Productor.

-¿Y cuando le preguntan qué es Mayumana, además de sonar como una especie de mantra?

-Tal cual. Mayumana (lo pronuncia «maiumana») viene de la palabra «mayumanut», que significa «destreza» o «habilidad». Sin embargo, es como un término que engloba todas las disciplinas artísticas en una. Cuando hay una audición y te preguntan ¿qué busca Mayumana?, la respuesta es «un artista integral que primero tenga noción de ritmo, que después pueda tocar, bailar, actuar y hacer acrobacias y luego que cuente con algo diferente».

Mayumana
Sobre el escenario del teatro Broadway.
Mayumana
Mayumana Latam, cuya coodinación artística pertenece a Walter Zaga, además es una franquicia creada y dirigida por Boaz Berman, y tiene a Roy Milo como CEO.

-¿»Algo diferente»?

-Te preguntan «¿qué es lo mejor que podés hacer? Dentro de tu arte, ¿en qué crees que vos te distinguís?». Por ejemplo, uno de los chicos del elenco hacía este ruido (chasquea los dedos de ambas manos manera muy fuerte y con gran velocidad). Nadie lo lograba igual. Yo lo aprendí de él, ¿viste? Quise intentar en su momento algo original con una boleadora, rompí el escenario y la alfombra del lobby del foyer del teatro, y desistí. Entonces busqué lo otro. Me sugirieron: «No naciste con esa habilidad y aparte nos rompés todo. Buscate otra». 

-¿Así nomás?

-Exacto. En la audición se te pide que hagas algo que es único en vos o que creas que lo hacés mejor que nadie. Porque fijate que, después, somos nosotros mismos, no actuamos de otros. Al que es más percusionista se lo ve con un rol más de percusión, al que es más bailarín se lo ve en un rol más de baile, pero no somos otros, sino nosotros mismos haciendo esta sincronización. Lo fuerte del espectáculo de Mayunama es la sincronización, la fuerza, la energía. Yo lo que les pido a los chicos es que busquen su mejor versión.

«CON MAYUMANA RECORRÍ VARIOS RINCONES DEL MUNDO INTEGRANDO ELENCOS DE HASTA 25 NACIONALIDADES. QUE HOY ACÁ TODOS SEAMOS ARGENTINOS ES UN GRAN DESAFÍO QUE ME LLENA DE ORGULLO»

Mayumana
En la trascienda del teatro, antes de que arranque el show.

«Anduve por todos lados. Más que por la cantidad de países, por los rincones de cada uno -relata el caballero de 53 años-. Para el caso, recorrí España casi completo en tres oportunidades: Sevilla, Granada, Córdoba, Valencia, Barcelona, etcétera; en Madrid estuvimos ocho meses y luego volvimos. Anduvimos por montones de ciudades de Bélgica y Holanda. Austria, París, Italia un poco. ¿El sitio más raro e inusual? Corea. Y después, Sudamérica: Brasil, Colombia, Perú, México, Chile y, claro, Argentina: Buenos Aires Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, Rosario…». Un raid que -ilustra- arrancó en 1999, cuando se integró a un elenco internacional «que tres años después me trajo de vuelta a mi tierra como el único argentino de la agrupación».

-La tarjeta de millas, agradecida.

-Seguro. Después quedé a cargo de las de la dirección de algunos proyectos y de algún elenco en gira y en el 2011 ya dejé de actuar y volví al país, donde sigo. Tengo una hija y la misma pareja desde hace ocho años. Acá empecé a trabajar haciendo trabajos corporativos, de organización de team building (construcción de equipos), con artistas locales como Los Tekis, eventos, capacitaciones, cosas para chicos también. Luego me dediqué un largo tiempo a la producción para shows musicales.

-Siempre con el ritmo.

-Siempre. 

Mayumana
Zaga cuando formaba parte del elenco que salía a escena. La imagen pertenece a una participación en Bogotá, Colombia, año 2007.
Mayumana
En uno de los solos que protagonizaba. Vino a Argentina, con Mayumana, en 2002: era el único integrante local del grupo.

-Hasta ahora que, a veintitrés años de su debut en Argentina, Mayumana volvió y con elenco sólo nacional. ¿Es la primera vez que ocurre?

-Sí. Ocho artistas sobre el escenario, aparte de cuatro de recambio. Es decir, doce en total. Sumale el director del proyecto, Martín López, de Fénix Entertaiment. Y a todos los técnicos de acá: luz, pantalla, sonido. Entre escena y producción, unas 25 personas. Ahora, mientras Mayumana funciona con este mismo formato en la Madre Patria y en Israel viene haciendo un show nuevo, nosotros, tal cual, tenemos nuestra propia versión.

-¿Y qué diferencia hay entre un elenco de distintas nacionalidades y uno cien por ciento argentino?

-De entrada, hay más comunión. Enseguida se hermanaron. Algo que en Mayuma quizá tomaba meses, a partir de las diferentes culturas de distintos lugares que había (llegamos a ser de más de veinticinco nacionalidades a la vez). Entonces el ida y vuelta, por ejemplo, entre un inglés y un portugués, tal vez tardaba más, hasta que de repente eran íntimos amigos. Incluso en Mayumana muchas parejas que se conocieron, que tuvieron hijos. En Buenos Aires, en menos de una semana, ya comían todos juntos y se armó una comunidad muy muy muy rápido. Me llamó la atención.

Mayumana
El grupo fundado en Tel-Aviv allá por 1997 ya superó las 4.000 exhibiciones y los 15 millones de espectadores en más de 40 países del planeta. Desde el año 1995 la banda (que comenzó con cuatro miembros y en la actualidad cuenta con más de 800 artistas de todos el mundo) ha estado constantemente de gira.
Mayumana
Las instructoras a cargo de las coreografías son Rotem Hirsh y Roni Argaman.

-El espectáculo se titula Currens (corriente en inglés) y algunos lo definen como especie de «guerra contemporánea de las corrientes» entre Nikola Tesla (1856-1943) y Thomas Alva Edison (1847-1931)…

-Entiendo que ése fue una especie de boceto inicial para unificar el rumbo del espectáculo. Sin embargo, dirigiéndolo en la actualidad yo no veo esa búsqueda, porque se modificaron algunas cosas y fue cambiando de forma. Claro que existe una cuestión de energía y movimiento, y en algún momento cierta disputa entre duetos, donde entre unos y otros surge una especia de picantería y va subiendo el nivel de complejidad y de toques, pero si alguien puede llegar a dilucidar que eso tiene que ver con Edison y Tesla merece un premio Nobel. 

-Se dice que todos somos energía. Hasta la «Fuerza» de Star Wars recalca en concepto. ¿Dónde despliega usted la mayor de sus energías, Walter?

-En hacer que todo funcione. En incluir, enseñar a los chicos. En la importancia de transmitir, en cómo deben fusionar sus habilidades, cómo tienen que trabajar… Mi energía ahora apunta más a la forma de trabajo, tanto desde el escenario como desde la técnica. Para nosotros cada función es una muestra de meses y meses de esfuerzo, seis días a la semana, horas y horas, desde marzo a la fecha. Y es ese ensayo -cuando el cuerpo empieza a pasar factura, te frustrás, observás el dolor de tu compañero- el momento que uno disfruta a full es cuando aprende… Ese proceso para mí es lo más interesante. Una vez que estrenaste, ya sólo es afinar el espectáculo lo máximo posible, porque lo aprendido, aprendido ya está.

«A MÍ ME ENCANTA LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, PERO CUANDO TE SENTÁS, SE APAGA LO LUZ Y VES A NUESTROS CHICOS EN ACCIÓN, CONECTÁS CON LO HUMANO Y DECÍS: ‘A ESTO NO HAY CON QUÉ DARLE'»

Mayumana
Frente a la marquesina del Teatro Broadway, en Corrientes 1155.

Mientras afirma que como jefe es «tranquilo, orgánico; trato de que todos hagan lo que deben hacer», Zaga se anima a entreverarse con la IA. «A mí me encanta la Inteligencia Artificial, eh -concede-. Trato de aprender de ella. Es una herramienta que sirve mucho, obvio. Pero en el tipo de actividades que desarrollamos nosotros, cuando te sentás, se apaga la luz y ves a nuestros chicos en acción, conectás con lo humano y decís sin dudarlo ‘A esto no hay con que darle’… Si vieras el trabajo de los chicos, lo que cuesta. Salís movilizado de la función al descubrir que son de verdad«, dobla la apuesta refiriéndose al cast completo, integrado por Carolina Senes, Francisco Cruzans, Juan Ignacio David Ojeda, María De los Ángeles Vargas, María Florencia Figueredo, Lucía Tagliafico, Melina Noelia Gómez, Leandro Alem, Lucas Nazareno Gómez, Luciana Sapia, Sofya Gorsd Etcheverry y Yazmín Aguiar.

-Hace un instante hablaba de los requisitos para formar parte de Mayumana arriba del escenario. Cuéntenos de las audiciones…

-En las audiciones hay gente muy preparada, bailarines, profesionales a los que por momentos los pones a ser algo, ¡y no les sale!. Lo que para uno parece una boludez, al otro tal vez le cuesta un montón. Admiro y valoro mucho el trabajo de los artistas hasta que les sale. Yo me quedo con lo que aprendieron, con lo que lograron, con la calidez, con la calidad y con el convencimiento de que esto nunca para y siempre se puede mejorar. Eso aprendimos en Mayumana, que aunque se trata de arte, no es como un cuadro, que en un momento se termina y listo. ¡En lo nuestro todo el tiempo se puede conseguir algo mejor!

Mayumana
El saludo final de ocho de los doce integrantes del grupo.

-Volvemos al inicio de la conversación, para culminarla: ¿Cómo es posible asistir a un espectáculo carente de palabras sin morir en el intento en estos tiempo en los que el silencio es un bien tan escaso?

-Bueno, eso es lo lindo de Mayumana (risas): el lenguaje del ritmo es universal, como la escritura y la lectura. Y no hace falta más. El cuerpo es nuestro primer instrumento. A partir de él todo se puede comunicar. Y a la vez es un show con mucho humor, gags y gran participación del público. Cuando emana un gesto o una cosa así, la gente reacciona porque claro, al no existir diálogo, algo así llama la atención.

-¿Cuál es para usted el principal sentido del ser humano?

-(Piensa seis segundos) Está buena ésa… Yo más que un sentido como el tacto, el olfato, la visión, el gusto, la audición, apuntaría al sentimiento, al sentir al otro, a la vibración, a la energía. Muchas veces pruebo de hacer cosas dormido, sin prender la luz, y me llevo bien con eso, me la rebusco con esos sentidos, pero la energía es la que consigue todo. Basta con que uno tenga mala energía para destruir lo que bueno que lograste con gran esfuerzo. De la misma manera que cuando la energía no te combina resulta bien difícil avanzar, cuando fluye no hay con qué darle.

Fotos: Diego García y Gentileza Mayumana
Videos: Gentileza Mayumana y Leo Ibáñez
Agradecemos a Luciana Varas (Varas Otero Comunicaciones)

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Redacción

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