Durante meses, Lucía Celasco logró lo que parece imposible en la era de la hiperexposición: mantener en absoluto misterio su vida sentimental. Sin embargo, en las últimas horas, una historia de Instagram terminó de confirmar lo que era un secreto a voces y que, hasta ahora, ninguno de los protagonistas se había atrevido a blanquear. La nieta de Susana Giménez está nuevamente enamorada… y el elegido es un futbolista de Boca Juniors.
La confirmación llegó de la manera más directa y contundente: una foto compartida por él primero y replicada por ella pocos minutos después, gesto que terminó con las especulaciones y dejó en claro que el vínculo ya no forma parte del terreno de los rumores. Una oficialización simple, íntima y sin explicaciones, que dice más que cualquier declaración pública.
Un romance que comenzó como rumor y terminó en blanqueo público
A mediados de agosto, cuando aún no había pruebas concretas, comenzaron a circular versiones que la vinculaban con un jugador xeneize. La escena era perfecta para el misterio: salidas nocturnas, coincidencias en eventos y un hermetismo absoluto por parte de los involucrados. Nadie desmentía, nadie confirmaba y, como suele ocurrir, ese silencio alimentó aún más la intriga.
El nombre del futbolista tardó semanas en aparecer entre murmullos: Nicolás Figal, defensor de Boca Juniors. Pero aun cuando la información comenzó a tomar fuerza, ambos se mantuvieron en la misma postura: cero comentarios.
La foto que habló por ellos
La imagen que blanquearon en redes funciona casi como una declaración involuntaria: una mesa de madera blanca, platos con restos de comida, vasos, una taza y la luz del mediodía iluminando el rostro de ambos.
Lucía —relajada, serena— mira a cámara con la tranquilidad de quien ya no tiene nada que esconder. Él, con los tatuajes del cuello y los brazos bien visibles y las marcas del golpe que recibió en el ojo en el partido frente a Tigre el último domingo, se muestra igual de cómodo.
Detrás, el entorno completa la escena: una fila de bicicletas azules estacionadas, edificios modernos bajo la sombra de un árbol con flores violetas, y una atmósfera que transmite que se trata de una salida informal, espontánea y sin pose.
Los dos con remeras blancas, gesto suave y esa complicidad que, aun sin palabras, queda retratada.
La noche porteña, el primer indicio
Aunque la foto fue el blanqueo definitivo, la pista más fuerte había aparecido semanas atrás: un video filtrado de ambos en una reconocida disco de la costanera porteña. El clip, que rápidamente se viralizó, mostraba a Lucía y al defensor compartiendo el mismo espacio en un evento nocturno codiciado por deportistas y celebridades.
Las versiones crecieron desde ese momento, pero ellos eligieron mantener la calma y seguir con su historia lejos de los flashes… hasta hoy.
