Jota, el ilusionista que ha conquistado escenarios y mentes con su carisma y habilidad, persigue un objetivo claro en cada una de sus presentaciones. Su meta es «generar esa sensación de que estás viendo algo realmente imposible, que es una sensación que ningún otro rubro y ningún otro arte da más que la magia del ilusionismo». Esta experiencia, profundamente arraigada en la mente del espectador, es lo que lo impulsa.
Aunque su destino parecía claro, la magia no fue su primera vocación. De chico, cuenta en diálogo con Revista GENTE, «era muy curioso” y ya para los diez años tenía esa curiosidad que lo llevaba a “inventar cosas, y crear cosas que antes no existieran», aunque no le interesaba tanto la magia en ese momento.

Todo cambió cuando tenía 15 años, gracias a un especial de David Copperfield por Canal 13. «Mi cabeza flasheó totalmente porque soy una persona elegante, carismática, que hacía cosas imposibles, que la música era increíble, que la apuesta era increíble», recuerda.

Inspirado por esa elegancia, decidió volcar su energía en aprender magia. Poco después, el mago español Juan Tamariz se convirtió en otro pilar fundamental: «Me di cuenta también que me encantaba todo lo que hacía, porque era magia mucho más interactiva con la gente, con mucho humor, con mucho carisma».

La fusión de la elegancia narrativa de Copperfield y la desfachatez divertida de Tamariz le permitió forjar su estilo único. Lo que nació como un hobby pronto se convirtió en algo más: «Me di cuenta de que no me pesaba hacer todo lo que tenía que hacer al revés… y que no lo veía como un trabajo sino como una gran pasión».

Una de las claves del éxito de Jota reside en su formación académica inusual para un mago. Tras probar con ingeniería y medicina, decidió estudiar Diseño Industrial con un propósito muy específico: «Siempre la decidí estudiar para aplicarla a todo lo que fuese la magia». Buscaba conocimientos sobre color, formas, materiales y comunicación para «crear mis propios trucos, mis propias cosas».

Esta perspectiva le dio «una gran ventaja con respecto a otros profesionales de la magia que no contaban con ese expertiz», tanto en shows para empresas como en proyectos personales. Con estas herramientas, se convenció de que podía vivir plenamente de su pasión: «Me di cuenta de que podía vivir pura y exclusivamente de esto… todo a través de un juego hermoso que es el ilusionismo».
La increíble anécdota de Jota con Juanes

Entre sus anécdotas más impactantes está la reacción del cantante Juanes en el programa Pura Química. Tras un acto particularmente asombroso, el artista le dijo, visiblemente shockeado: «Yo no puedo creer lo que acabés de hacer… no sé de qué galaxia viniste, pero me voy muy shockeado».
Jota notó en sus ojos «esa sensación de haber vivido algo realmente imposible», donde el cantante no sabía si el mago «se había metido en su mente, si tenía realmente poderes, o si estaba en contacto con una divinidad superior».
Días después, Juanes le escribió por Twitter: «Jota todavía no puedo entender. Por favor dime que no tiene nada que ver con creencias extrañas». A lo que Jota respondió: «No, Juan. Quedate tranquilo. Esto es una ilusión, es un divertimento».
Este episodio le hizo reflexionar sobre «el poder que tenía sobre ciertas personas al mostrar que uno puede hacer cosas imposibles… y la responsabilidad de dejar claro que no se trata de fuerzas del más allá».
