Hasta la década del 60, su historia solo circulaba a escala local, hasta que de «un tirón» un gran compositor la hizo canción y otro la difundió a escala nacional.
Homenaje en su pago chico.
La historia reúne a un prócer de la canción popular patagónica como Marcelo Berbel con otra figura de leyenda del folklore argentino: José Larralde. Entre los dos colosos se confabularon para instalar en el ideario de la gente el recuerdo de una mujer que llegó al norte de la Patagonia en épocas en las que sus campos no eran un buen lugar para ninguna, perteneciera al bando que fuera. Su alias quedó instalado en la memoria musical de generaciones. ¿De dónde proviene?.
Antes que la zamba hubo otra expresión de la cultura popular que reparó en la figura de Carmen Funes: una película que se estrenó en 1960. “Como cada día, ella realiza las tareas cotidianas. Lava ropa a mano, trae leña para el fuego, y en ese ir y venir percibe una lejana presencia. Se seca las manos con el delantal y divisa una silueta a la distancia. Es comienzo del siglo veinte y esa mujer se encuentra sola en un rincón remoto de la Patagonia árida”.
La descripción la elaboró nuestra colega Silvia Majul y podrá leerse en “Musas. Mujeres que inspiraron canciones folklóricas”, libro de inminente aparición, como ya diera cuenta El Cordillerano. “Sus conocimientos de enfermería la hacen reaccionar inmediatamente a medida que la persona se acerca. Es un soldado en el umbral de su casa. Su uniforme roto y manchado de sangre reflejan, además de las heridas, el dolor. Con un gesto aguerrido y suave la mujer sostiene al soldado, lo guía hacia una habitación donde le lava y cura las lesiones con ungüentos y vendajes y sin preguntarle su nombre lo recuesta en una cama que ha construido entre alfalfas y piedras. Lo cubre con unos ponchos, lo ayuda a beber un té de manzanilla y le pone un trapo en la frente para mitigar la fiebre”.
El film se titula “Plaza Huincul”, fue dirigido por Lucas Demare y en el papel de la mujer que tres años después inspiró a Berbel actuó Nelly Meden. Por entonces, Nélida Mabel Medina -el nombre con que nació- era una actriz de considerable trayectoria, no solo en cine sino también en radio y solía aparecer en portadas de revistas, además de lograr otras repercusiones. Un icono de la época. La película está disponible en YouTube.
La actriz que interpretó a «La Pasto Verde»
Sin embargo, todavía faltaba para que sacudiera el mundillo del folklore “La Pasto Verde”. Según Silvia “Carmen Funes es reivindicada en escuelas, museos y caminos gracias al músico Marcelo Berbel y a su amigo José Larralde, quien popularizó el tema”. A propósito, “cuando uno habla de reivindicar algo o alguien es porque estuvo olvidado o tuvo una fama que no le correspondía. Sobre certezas y leyendas se escribe nuestra historia y allí está Carmen Funes. Allí vemos a esta mujer alta, de ojos verdes, como el color que iba cobrando su aguada con el brote del petróleo”.
Desafiar la soledad
Precisamente a esa reivindicación se consagró la autora: “Carmen llegó a Huincul en 1879 como integrante del Regimiento Tres de Infantería, uno de los puntales de las fuerzas que comandaba el general Julio Argentino Roca durante la Conquista del Desierto. La primera pobladora de una personalidad que desafiaba cualquier dificultad y soledad de esas tierras”, ilustró.
Según la investigadora, “existen diferentes versiones respecto de su apodo, pero nos gusta recordar la que nos contara Marcelo Berbel en oportunidad de su cumpleaños, el 19 de abril del 2002, de visita en Buenos Aires”. En esa oportunidad confió el compositor neuquino: “en los fortines, para identificar la derecha de la izquierda entre quienes eran analfabetos, se les colocaba en los tobillos unos yuyos de reseña para que marcharan en forma ordenada bajo la voz de pasto seco (derecha) pasto verde (izquierda)”.
Sigue la periodista oriunda de Bariloche, que en el presente reside en Unquillo (Córdoba). “Una vez estando en Cutral Co (Neuquén), acompañando a Suma Paz en un homenaje a los maestros Carlos Fuentealba y Teresita Rodríguez -ambos asesinados en abril en distintos años por la Policía de esa provincia- un paisano nos relató que Carmencita solía tocar la guitarra cuando todos se dormían y una noche un soldado se levantó y la vio tocar el instrumento con la izquierda y la apodó La Pasto Verde”.
Por otro lado, “nunca se reconoció oficialmente que fue Carmen Funes quien advirtió sobre la presencia de petróleo en la zona de la aguada donde vivía, pero son demasiadas las referencias a este episodio que lo confirman, dado que ella habría realizado reclamos por el sabor metálico del agua y los fuertes olores que se inhalaban en las noches de luna llena”. La cuestión es que “una vez que se realizaron las investigaciones pertinentes, comenzaron las perforaciones para efectivamente extraer petróleo, con tristes consecuencias para ella, ya que la zona se vio totalmente afectada, provocando la pérdida irreparable de sus bienes”, según la reconstrucción de Majul.
Marcelo Berbel.
Se le atribuye una frase a la inspiradora de la zamba: “No me parece que la gente curiosee lo que guarda Dios dentro de la tierra”. Completa la semblanza biográfica que “Carmen Funes falleció un 15 de diciembre de 1916, sin asistencia médica y volando de fiebre. Tenía 54 años”. Más de cuatro décadas después, “Marcelo Berbel es invitado al casamiento de unos amigos un 14 de diciembre de 1963. La fiesta es en una localidad cercana a la suya, pero al salir de su casa queda varado toda la noche en un lugar que no distingue bien. Al ir amaneciendo, empieza a caminar con su guitarra para desperezar el día con algunos acordes y se topa con la tumba de Carmen Funes”. El compositor le confió a la autora: “Fue tal la emoción que de un tirón nació La Pasto Verde”.
Ya era 15 de diciembre, “fecha de partida de Carmen Funes. Es decir que la zamba nació exactamente 47 años después de su muerte”. Pero si todavía se canta, su vida continúa de otras maneras, al menos en quienes mantienen encendida la flama del folklore que se hace en el norte de Patagonia.