El equipo de Gustavo Costas no pudo ganar antes de su viaje a Montevideo, mientras que el Xeneize estiró su mala racha, la peor de su historia en el clásicos jugado por la cuarta fecha del Clausura.

Foto: AFP.
Redacción El País
Boca Juniors, que salió a la cancha con Edinson Cavani y Miguel Merentiel en el once inicial, escapó de otra derrota y empató 1-1 como local frente a Racing, que este martes 12 de agosto se medirá ante Peñarol por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El equipo de Gustavo Costas no pudo ganar antes de su viaje a Montevideo, mientras que el Xeneize estiró su mala racha, la peor de su historia, a 12 partidos sin triunfos, en uno de los clásicos jugados el sábado por la cuarta fecha del torneo Clausura del fútbol argentino.
En un duelo entretenido y abierto, Santiago Solari (75) puso en ventaja a la Academia, pero cerca del final Milton Giménez (87) anotó de cabeza para al menos salvar un punto en medio de la crisis de malos resultados y pobre juego colectivo del club auriazul.
Boca pudo ponerse arriba antes con una chance de Cavani a los 16 minutos del segundo tiempo, cuando el tanteador aún no tenía goles. Merentiel lo asistió y el Matador llegó a tocar el balón bajo el arco de Cambeses, pero definió mal y se perdió el gol.
Eliminado en cuatro de los cinco torneos que disputó esta temporada, a Boca solo le queda por delante el torneo Clausura, aunque acumula casi cuatro meses sin éxitos, desde aquel 2-0 sobre Estudiantes el 19 de abril pasado, por el campeonato Apertura, y tampoco ganó ninguno de los ocho cotejos con Miguel Russo como DT.
Por el presente de ambos equipos, era el equipo de Avellaneda el que llegaba como favorito, más allá de jugarse en La Bombonera, donde el público local dejó en claro su descontento con los tres meses del Xeneize sin victorias, y entonó «a ver los jugadores si pueden oír, con la camiseta de Boca, ganar o morir».
Fue mejor Racing en los primeros minutos, a partir de un juego más dinámico, aunque abusó de la búsqueda del delantero Maravilla Martínez, que se batía en duros duelos con los centrales de Boca.
Pero el local empezó a mejorar cuando Velasco manejó con criterio la pelota y encontró como socios para las llegadas a Blanco y Aguirre, aunque las situaciones más propicias llegaban con las jugadas de balón detenido.
Con información de AFP.
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