“Bregaremos por el uso de un lenguaje más claro en todas las profesiones y esto nace de un reclamo que formuló el Colegio de Abogados. Ciertamente, hay mucha confusión en los textos de algunas profesiones, en recetas médicas, en escritos científicos y aún en la publicidad, que resultan de difícil comprensión. Nuestra prédica será la de intentar clarificar el lenguaje”, dijo Rafael Felipe Oteriño, poeta y ensayista platense que fue elegido anteanoche presidente de la Academia Argentina de Letras (AAL).
Oteriño es el primer platense que alcanza esta distinción y sobre este tema se expidió más adelante en la rápida entrevista telefónica que sostuvo ayer con EL DIA, ya que debía estar presente en la Feria del Libro y se encontraba en Mar del Plata donde reside y formó familia desde hace muchos años.
En esa ciudad, el escritor desarrolló, además, una destacada trayectoria como juez y camarista civil (ya jubilado de Tribunales). También dictó cátedra como profesor en la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Oteriño fue elegido por un mandato de tres años y lo secundarán como vicepresidente, Santiago Kovadloff; como secretario general, Pablo Cavallero; y como tesorero, Eduardo Alvarez Tuñón.
Lo precedieron en el cargo escritores e intelectuales de la talla de Calixto Oyuela, Carlos Ibarguren, Mariano de Vedia y Mitre, Rafael Arrieta, Leonidas de Vedia, Raúl Castagnino, Pedro Barcia, José Luis Moure y su predecesora Alicia María Zorrilla.
Un segundo tema que impulsará durante su gestión, dijo, “tiene que ver con al impresionante avance de la Inteligencia Artificial (IA), especialmente en lo que se refiere a los derechos de autor”, puntualizó.
“Se viene una suerte de avalancha de la IA con los derechos de autor, que pueden ser vulnerados fácilmente”, indicó. Asimismo, “se bregará en busca de un mayor cuidado del lenguaje en el uso de este sistema y de las redes”, adelantó.
Oteriño señaló que ayer por la mañana recibió un llamado del director de la Real Academia Española de Letras, Santiago Muñoz Machado y que acordaron acentuar la relación entre las dos academias, en especial en los temas de crear una mayor claridad en los mensajes y en el de la Inteligencia Artificial, sin perjuicio de la tarea esencial de toda academia, que en el caso de la que ahora preside es la de salvaguardar y promover el uso correcto de la lengua española y del idioma de los argentinos, así como contribuir con la literatura nacional.
LA Plata
Oteriño, nació en La Plata en 1945. En sus recuerdos quedaron la casa familiar en Plaza Rocha y la ciudad en toda su amplitud. Muchos años después, cuando ya se hablaba de su obra como una marca indeleble en la poesía contemporánea en lengua española, todo aquello seguía firme.
Autor de más de una docena de libros de poemas y de tres ensayos premiados en el país y el exterior, Oteriño no cambió: “La Plata es la ciudad de mis sueños, donde nací y a la que nunca dejo de llevar en mi corazón. Lo que ahora siento, ya que seré el primer escritor platense en recibir este honor, es que también reconocieron mi pertenencia y mi naturaleza platenses y esto significa, desde luego, que atrás mío hay una riquísima tradición literaria en La Plata”, le dijo a este diario ayer.
En esa misma línea, añadió: “Lo que siento es que llevaré esas características literarias y poéticas de la Ciudad a la Academia, que todas las virtudes y características de esta querida ciudad estarán representada por la presencia de un platense”.
Oteriño, que fue designado en 1994 como miembro correspondiente de Mar del Plata en la AAL y en 2010 fue incorporado como miembro de número, vino actuando como vicepresidente de esa institución desde 2022.