En un contexto de creciente digitalización e inclusión financiera, las billeteras virtuales se han posicionado como una herramienta clave en la economía de América Latina. Según el informe The Global Payments Report 2024 elaborado por WorldPay, este tipo de soluciones representó el 21% del gasto en comercio electrónico en la región durante el último año, y se espera que alcance el 28% para 2027.
Argentina encabeza el ranking regional con una penetración del 31% en el comercio electrónico y del 18% en puntos de venta físicos. El liderazgo de Mercado Pago —con una preferencia del 63% entre los consumidores locales— marca la pauta de un mercado ávido por alternativas de pago rápidas, seguras y accesibles.
Brasil, por su parte, ha experimentado una transformación sin precedentes gracias a su sistema de pagos instantáneos, Pix, que ya representa el 30% de todas las transacciones digitales. Este avance ha sido clave para consolidar el uso de billeteras digitales en un país con más de 200 millones de habitantes.
Le siguen México (24% en e-commerce y 16% en puntos de venta), Colombia (19% y 12%, respectivamente) y Chile (16% y 10%), cada uno con dinámicas propias pero con una tendencia común: la creciente adopción de soluciones fintech para facilitar las transacciones diarias.
“El auge de las billeteras digitales en América Latina se debe a múltiples factores: el trabajo remoto, las apps de delivery y la necesidad de manejar dólares desde el celular. Ya no es un lujo, es una necesidad”, explica Daniel Di Giovanni, Senior Product Manager de Vibrant, una de las billeteras en ascenso.
La digitalización financiera, sumada a la inflación, la volatilidad económica y la baja bancarización en algunos países, ha llevado a millones de personas a adoptar estos medios de pago como principal vía de acceso al sistema financiero. Además, los incentivos gubernamentales, la competencia en el ecosistema fintech y la pandemia han acelerado esta transformación.
En el plano físico, el uso de billeteras digitales ha crecido del 15% al 29% en la región, acercándose al uso de tarjetas de débito y crédito, que aún dominan con un 35%. A nivel global, estas soluciones ya representan el 70% de todas las transacciones digitales, con una proyección de crecimiento anual del 21% hasta 2027.
Para 2030, se estima que el uso del efectivo caerá por debajo del 10% en las principales economías del mundo, mientras que las billeteras digitales podrían superar el 40% del total de pagos electrónicos. La integración de tecnologías como inteligencia artificial, blockchain y las monedas digitales de bancos centrales (CBDCs) será clave en este proceso.
En este escenario, América Latina se posiciona como una región estratégica para el futuro de los pagos digitales, con países como Argentina y Brasil marcando el rumbo hacia una economía cada vez más digital, inclusiva y eficiente.