Aunque los jabones íntimos prometen frescura y protección, especialistas advierten que no son necesarios y pueden alterar el equilibrio natural. La vagina se limpia sola.

Redacción El País
El mercado está repleto de jabones, espumas y toallitas para la “higiene íntima femenina”. Sus promesas de frescura y protección parecen irresistibles, pero médicos y ginecólogos advierten: la mayoría no son necesarios e incluso pueden resultar contraproducentes.
“La vagina es un órgano autolimpiante”, explica la enfermera especializada en salud femenina Molly Gumucio (Cleveland Clinic). Esto significa que no requiere productos para lavados internos, ya que su microbiota —formada principalmente por lactobacilos— y su pH natural mantienen el equilibrio, eliminando bacterias dañinas y células muertas. Lo recomendable es limpiar únicamente la vulva (parte externa) con agua tibia y, si se desea, un jabón neutro, suave y sin fragancia.
Riesgos del exceso de productosLa ginecóloga Wendy Gutiérrez (Clínica Internacional) recuerda que prácticas como las duchas vaginales están asociadas a problemas serios como vaginosis bacteriana o enfermedad pélvica inflamatoria, con recurrencias de hasta un 30% en pocos meses.
“Alterar el equilibrio del pH con perfumes o químicos abre la puerta a infecciones”, coincide la doctora Paola Díaz (Sanitas Consultorios). También desmiente mitos frecuentes:
- El olor leve es normal. Solo es señal de alarma si es fuerte o viene acompañado de flujo anormal o picazón.
- Los protectores diarios no deben usarse todo el tiempo. Retienen humedad y favorecen infecciones.
- La menstruación no requiere limpiezas extremas. Es suficiente cambiar toallas, tampones o copas cada 4–6 horas.
Foto: Pexels.
¿Cuándo usar un jabón íntimo?Según la médica Marita Ramos (MAPFRE), estos productos pueden ser útiles en situaciones puntuales como el posparto, el embarazo, después del ejercicio intenso o en días de sudoración excesiva. En todo caso, deben ser fórmulas diseñadas para respetar el pH vaginal, sin alcohol ni perfumes, y aplicarse solo en la parte externa.
El ginecólogo Renato Sánchez (Clínica Ricardo Palma) subraya que muchos productos se promocionan como capaces de “equilibrar el pH” o “reforzar la flora natural”, pero estas afirmaciones son más marketing que ciencia: “El pH vaginal se regula solo gracias a las bacterias propias”.
Ingredientes a evitar y opciones segurasLa ginecóloga María Fernanda Piedra (SANNA) recomienda evitar jabones con fragancias, alcohol, colorantes, sulfatos agresivos y parabenos, que resecan e irritan. Las fórmulas más seguras incluyen ácido láctico, aloe vera o extractos calmantes como la manzanilla.
- Jabones líquidos: más prácticos y fáciles de enjuagar.
- Toallitas íntimas: solo para situaciones puntuales (viajes, deporte, menstruación).
- Espumas: no recomendables para uso frecuente por sus aditivos.
- Jabones en barra: poco higiénicos y con riesgo de irritación.
Rutinas seguras de higiene íntima
- Lavar solo la vulva (parte externa), nunca el interior.
- Usar agua tibia y, si se desea, un jabón suave con pH 4–5.
- Evitar esponjas o guantes; basta la mano limpia.
- Secar con toalla de algodón a toques suaves.
- Usar ropa interior de algodón y cambiarla a diario.
“Tu salud íntima no se mide por fragancia ni por cantidad de productos, sino por equilibrio y bienestar”, resume la doctora Díaz. Lo esencial: confiar en la capacidad natural del cuerpo, mantener rutinas sencillas y consultar al ginecólogo ante dudas o cambios inusuales.
En base a El Comercio/GDA
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