Las inundaciones del Paral·lel están más cerca de pasar a la historia. La construcción de un nuevo colector debe acabar con el agua por encima de las aceras de una vez por todas en la parte baja de Ciutat Vella y el Poble Sec cada vez que llueve con mucha intensidad. Las obras han entrado en la recta final, con un año por delante de trabajo y la intención de llegar a su fin en el segundo semestre del año que viene.
Las obras mantienen abierta desde hace meses una gran zanja en la calle Vila i Vilà, que conectará la nueva infraestructura con la ya existente en la avenida Paral·lel y la ronda Sant Pau. El tramo pendiente de colector abarca medio kilómetro de longitud en el lado Llobregat de la calle Vilà i Vilà, entre la calle Palaudàries y la plaza Bella Dorita. La construcción en paralelo al colector ya existente permitirá incrementar la capacidad del alcantarillado que canaliza el agua bajo el asfalto hasta un 60% y dar así solución definitiva al problema.
Los trabajos culminarán una pieza central del alcantarillado de Barcelona
El colector del Paral·lel y las calles aledañas es fundamental en el mapa del plan director integral de saneamiento de la ciudad de Barcelona dibujado hace ya unos años para ganar resiliencia ante los episodios tormentosos. La gestión de este tema ha ido ganando importancia en los últimos años ante los cada vez más frecuentes episodios de lluvias torrenciales con efectos devastadores como la dana de Valencia y el alcantarillado ha pasado a ser planificado desde un punto de vista de adaptación del entorno urbano al cambio climático.
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El tramo de Vila i Vilà es la última pieza de un largo proyecto que empezó a realizarse en el 2013 y entre una cosa y otra se habrá alargado más de doce años, superando con creces los plazos entonces previstos. La primera fase fue impulsada por el gobierno de Xavier Trias, se centró en el depósito de aguas freáticas y se acabó en el 2015. La segunda fase construyó parte del nuevo colector en la calle Vila i Vilà en tiempos de Ada Colau y se dio por culminada en el 2020. Ahora queda la tercera y última fase, que inaugurará previsiblemente Jaume Collboni.

Las obras han entrado en una nueva fase este verano
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Con un presupuesto de 18,85 millones de euros, esta parte se inició a materializar en noviembre del 2023 y ya se da por acabada la primera mitad de los trabajos, correspondientes a la ejecución de un muro de contención de tierras y el desvío de los servicios que hay alrededor del futuro colector como las canalizaciones y el cableado de luz, gas y telefonía. A partir de ahora y hasta la segunda mitad del año que viene se ejecutará el colector propiamente dicho para dar por acabada la obra.
Los próximos proyectos son el colector de la Diagonal y un nuevo depósito en la rambla Prim
La del Paral·lel no es la única actuación relevante en la materia. Hay una pendiente muy importante para aumentar la capacidad de drenaje en la ciudad: el desdoblamiento pendiente del colector de la Diagonal entre paseo Sant Joan y Francesc Macià. Debe llevarse a cabo antes de iniciar las obras de unión del tranvía y obligará a cortar parcialmente el tráfico en la avenida durante más de un año antes de tender las vías por encima. Con la nueva infraestructura se podrá aumentar un 70% la capacidad de desguace en la Diagonal, donde se registrado importantes inundaciones a lo largo de los años en días de lluvias torrenciales.
Además, también está pendiente un nuevo depósito en la rambla de Prim, que busca mejorar la capacidad de absorción en el litoral y evitar que las aguas sucias alcancen el mar cuando llueve con fuerza. Este depósito será el más grande de la ciudad –con capacidad de 94.000 metros cúbicos–, superando así al de Joan Miró.