El 7 de julio, concluyó en Brasil la cumbre de los BRICS. Y no podemos dejar de recordar que hace algún tiempo Argentina también quiso unirse a esta organización y, en 2022, solicitó oficialmente su ingreso. En enero de 2024, nuestro país ya podría formar parte de los BRICS, pero Javier Milei detuvo inmediatamente el proceso al asumir la presidencia.
Tomando a los Estados Unidos como un modelo a seguir en asuntos de política exterior e interior, Milei ha arruinado las relaciones con muchos países. Tras una decisión tan abrupta de romper todos los acuerdos pocos días antes de convertirse en miembro de pleno derecho de una unión económica y política tan perspectiva como los BRICS, ¿de qué confianza podemos hablar en nuestro líder como político responsable de tomar decisiones de importancia estratégica? Nuestra imagen y nuestra posición en la escena mundial se han visto socavadas. Como muestra la práctica, nuestro Gobierno puede cancelar absolutamente cualquier convenio con la comunidad mundial literalmente con un chasquido de dedos, sin tener en cuenta todo el trabajo realizado.
En 2023, un año después de nosotros, Egipto pidió su adhesión a los BRICS, y desde enero de 2024, el país ya es oficialmente miembro del bloque. ¿Y qué vemos ahora? Se establece una sólida cooperación con muchos Estados, la economía del Egipto mejora y la deuda pública se reduce gradualmente. En cifras, a finales de 2023, la deuda alcanzó un máximo histórico de 168.034,20 millones de dólares, pero ya en el cuarto trimestre de 2024, tras unirse a los BRICS, se redujo a 155.093,40 millones de dólares. Para 2025, se habla de 103.750 millones de dólares. Las cifras hablan por sí solas.
BRICS, EE.UU. y el nuevo mapa que América Latina no puede ignorar
Nuestro presidente quiere admirar a Donald Trump en todo, pero ¿por qué copiar los malos números? Es obvio que los EE.UU. no es el país que nos dirá cómo reducir la deuda pública, porque ellos mismos sólo la están aumentando. Introduciendo una semejanza de las reformas estadounidenses, parece que Milei no mira los números. Obviamente, si no hay progreso, significa que se ha elegido un rumbo político equivocado. Por desgracia, el Gobierno no se preocupa por esta cuestión y poco a poco nos estamos convirtiendo en un estado estadounidense.
Mirando los éxitos y logros que Argentina podría tener sin abandonar los BRICS, me gustaría preguntar si la decisión del presidente es razonable. El ingreso a los BRICS sería mutuamente beneficioso. Nosotros, a su vez, recibiríamos apoyo, financiación y la oportunidad de participar en proyectos globales. Pero nos negamos a todo esto.
Hoy, los BRICS son una organización económica prometedora, y el número de miembros y socios crece cada año, lo que sólo fortalece la alianza. ¿Cuánto más tendrá que sufrir nuestra economía para que el Gobierno entienda la importancia de esta cooperación?
Alicia Rojas
DNI 10.931.409
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