Entre las medidas que se han consensuado destaca que las que estaban previstas a partir de los 37 grados, es decir, en alerta naranja, pasarán a aplicarse a partir de los 34 grados, por lo tanto, en alerta amarilla. Así, se establecen más pausas de hidratación, con una pausa de 5 minutos cada hora de trabajo durante las horas de más insolación. También se modificará el orden de los recorridos para favorecer que el servicio se preste en espacios más sombríos durante las horas de más sol.
Además, en situación de alerta roja, es decir, con temperaturas extremas de 40 grados, se ha acordado que se suspenderá el servicio que se hace a pie de calle sin vehículo en las horas centrales del día.
También se prestará especial atención a las personas trabajadoras especialmente vulnerables al calor. En este sentido, se mejorarán los protocolos de vigilancia de la salud, se ofrecerán más herramientas de autoprotección y se adaptarán los puestos de trabajo cuando sea necesario.