En cumplimiento de una orden de la Corte Constitucional, la Policía Nacional Civil (PNC) retiró en la tarde noche de la víspera las carpas levantadas desde hacía 51 días como presión para que las autoridades actuales accedieran a demandas.
El criticado líder del gremio, Joviel Acevedo, insistió en que las acciones efectuadas por los maestros (además bloqueos de carreteras jueves, viernes y lunes pasado en medio de emergencia por enjambre sísmico) eran en beneficio de las niñas y los niños.
“Mañana seremos burla de los medios de comunicación, pero aquí estamos y vamos a seguir luchando hasta donde Dios nos dé fuerza”, subrayó el organizador de la movilización con alrededor del 15 por ciento de las escuelas públicas del país.
La PNC explicó que el operativo se dio bajo estricto respeto a los derechos humanos para evitar más daños a esa obra (el Palacio Nacional de la Cultura, Patrimonio Inmaterial), lo cual informaron a los participantes.
Días atrás el Ministerio de Cultura y Deportes divulgó denuncia contra el STEG derivada de una serie de evaluaciones que constaron elementos afectados como consecuencia directa de la instalación no autorizada de estructuras temporales.
Diferentes organizaciones sociales chapinas plantearon antes que el paro negaba el derecho a la educación y reclamaron la no utilización de los menores para alcanzar intereses de gremio.
El origen de la protesta estuvo en la aprobación de un aumento salarial del cinco por ciento para los docentes; sin embargo, el STEG exigía un 15, aparte de mejores condiciones laborales, contratación de más personal y alimentación.
Señaló al Ejecutivo de imponer arbitrariamente medidas, sin respetar el proceso del pacto colectivo, mientras que el primero consideró estos actos de ilegales cuando estaban instaladas mesas de diálogo.
Con el paso de los años el STEG copó espacios del Ministerio y ahora expresa su inconformidad con perder tales áreas de poder, aseveró el vicetitular de Educación, Francisco Cabrera.
El presidente Bernardo Arévalo remarcó que desmontaron los alrededores del Palacio de quienes lo ocupaban mientras le robaban sin justificación moral ni legal la educación a pequeños de este territorio centroamericano.
“Es momento que retornen a las aulas a cumplir con su deber. Y a los maestros que han actuado defendiendo el interés de niños y niñas, manteniendo abiertas la gran mayoría de aulas en el país, nuestro reconocimiento”, añadió.
Exconstitucionalistas y juristas declararon que el sindicato de Acevedo retaba al sistema de justicia, al afirmar este que solo mediante el uso de la fuerza serían desalojados.
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