En un encuentro realizado en Bragado, se presentó el proyecto ejecutivo para canalizar el excedente de una de las regiones más afectadas por inundaciones.
Intendentes bonaerense mantuvieron un encuentro en Bragado con funcionarios de la Autoridad del Agua y la Dirección de Hidráulica del Gobierno provincial donde se presentó el proyecto ejecutivo para canalizar el excedente hídrico de la Cuenca 3 (Subregión A3 de la Cuenca del Río Salado) . En el nuevo esquema, Bragado asume el rol de nodo receptor, permitiendo encauzar el agua que llega desde distritos como Carlos Casares, 9 de Julio, Pehuajó, Carlos Tejedor y parte de Daireaux.
En este marco, el alcalde de Carlos Casares, Daniel Stadnik, quien preside la comisión de la cuenca, confirmó que se destrabó un conflicto técnico e institucional que durante años había frenado el avance de obras estructurales. La representante de 9 de Julio, María José Gentile, fue designada como vicepresidenta de la comisión.
«Hoy es un día muy importante. Esta obra es la llave para todo lo que querramos hacer en nuestros partidos del oeste bonaerense», sumó Stadnik; y remarcó que el diseño de la obra cuenta con consenso local y respaldo técnico: «En ingeniería hidráulica todo es posible, siempre que se hagan las obras correctas y se busque que nadie se vea afectado».
Otro de los temas tratados fue el de los canales clandestinos, respecto a lo que Stadnik advirtió que se trata de obras ilegales que pueden ser denunciadas y que, con la ejecución del nuevo sistema, «nadie debería necesitarlos». No obstante, alertó que el proceso de fiscalización es complejo por tratarse de propiedades privadas.
En relación con el financiamiento, el jefe comunal reclamó apoyo del Gobierno nacional. «El 58% de los impuestos del campo se lo lleva la Nación. Es hora de que una parte de esa riqueza vuelva a nuestra región en forma de obras concretas», dijo; y mencionó el bajo nivel de ejecución del Fondo Hídrico, que en 2024 destinó solo el 7% de sus recursos a infraestructura.
Los próximos pasos incluyen reuniones para planificar las obras aguas arriba, en zonas como La Sofía, Bacacay y 12 de Octubre. Stadnik aclaró que ninguna intervención elimina por completo el riesgo de inundaciones, pero sí permite mitigarlas de manera significativa. «Esto recién empieza, pero hoy dimos un paso sustantivo», concluyó.