Con una furiosa declaración, Javier Milei dinamitó la tranquilidad de la Cumbre del Mercosur y dejó un mensaje que retumbó en toda América Latina: si el bloque no cambia, ¡Argentina se va!
“Vamos a avanzar hacia la libertad comercial. Con ustedes o sin ustedes”, lanzó el presidente argentino, en una frase que muchos ya catalogan como una amenaza directa a los socios regionales. En su embestida, Milei criticó sin filtro al bloque: “La muralla que construimos para protegernos nos dejó afuera”, dijo, mientras pedía cambios radicales y menos regulación.
Con su estilo característico, el mandatario describió al Mercosur como una estructura obsoleta, que actúa como una traba y no como una ayuda. “De mercado y de común no tiene casi nada”, disparó, y acusó al bloque de sostener una “inercia destructiva” que impide a los países crecer.
No se detuvo ahí. También habló de una “cortina de hierro” que impide a las naciones usar su verdadero potencial exportador, y remató con una frase que sonó a ultimátum puro: “Está en nuestros socios del Mercosur decidir si quieren acompañar el camino que hemos elegido”.
El estallido fue inmediato. Lula da Silva intentó contener la crisis y respondió con diplomacia: “El Mercosur nos fortalece y nos protege”. Pero la tensión ya estaba instalada .
¿Se viene una fractura regional? ¿Es el principio del fin para el Mercosur? Milei encendió la mecha y nadie sabe hasta dónde va a llegar la explosión.