Rosario Central tiene un arranque soñado en este 2025 que amanece. Ganó los dos partidos que jugó, es líder de la Zona B y, por sobre todas las cosas, juega bien al fútbol. Esta noche de martes volvió a demostrarlo, en la victoria 2 a 1 sobre Lanús en el Gigante de Arroyito, ante su gente.
Central había empezado el campeonato con una goleada a Godoy Cruz en Mendoza, donde desplegó un buen repertorio de recursos futbolísticos. Pero el Tomba se había mostrado demsiado débil. Entonces, la duda era si había sido demasiado bueno lo de Central o muy malo lo del conjunto mendocino.
La respuesta estuvo en Rosario, donde Central ratificó lo hecho en tierras cuyanas. Frente a Lanús, el equipo de Ariel Holan volvió a mostrar que puede ser letal con el juego directo, sobre todo cuando se suelta Jaminton Campaz.
Apenas se llevaban jugados 10 minutos cuando el propio Capaz tomó la pelota en la mitad de la cancha, y, tras una larga corrida, sacó un potente envío desde su pie zurdo que se metió entre el primer palo y el arquero Nahuel Losada, que estaba mal parado. ¿Fue tiro al arco o centro? Poco importó.
Luego, Malcorra aumentó la ventaja de penal. La sanción llegó luego de que Lobo Medina revisara la jugada en la que Walter Bou quiso rechazar la pelota, pero le clavó los tapones a Duarte.
En el segundo tiempo, el Canalla reguló. Y a poco del final, Walter Bou descontó con un zurdazo cruzado y le puso suspenso a los últimos minutos. Pero no pudo torcer la historia y Lanús es la contracara: acumula dos derrotas seguidas.
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