El regreso de Donald Trump al poder provocó en Estados Unidos un «alarmante deterioro» de la libertad de prensa, cuya situación también empeoró en Argentina, El Salvador y, especialmente, en Nicaragua, alertó este viernes la oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Por primera vez desde el lanzamiento de su clasificación sobre la libertad de prensa en 2002, RSF alerta de una situación «difícil» a nivel mundial, en un contexto de presiones políticas, dificultades económicas y hegemonía de las plataformas.
«El gobierno de Trump está en guerra abierta y flagrante contra el periodismo (…) El movimiento político en Estados Unidos tiene un impacto directo en el horizonte latinoamericano de forma muy intensa», indicó a AFP Artur Romeu, director para América Latina de RSF.
Estados Unidos retrocede dos posiciones en la clasificación, hasta el 57º lugar de 180. En 2024, ya perdió 10, pero el regreso a la Casa Blanca del republicano en enero ha provocado un «alarmante deterioro» de la libertad de prensa.
«Su administración ha politizado las instituciones, reducido el apoyo a los medios independientes y marginado a los periodistas», que sufren una «hostilidad creciente» y de una menor confianza hacia los medios, resume el último informe de la oenegé basada en París.
Pero más allá de Estados Unidos, el «giro autoritario» en varios países del continente también deterioró la libertad de prensa. RSF destaca la Argentina de Javier Milei (87º, -21), el Perú de Dina Boluarte (130º, -5) y El Salvador de Nayib Bukele (135º, -2).
Nicaragua (172º, -9) arrebató a Cuba (165º, +3) el último lugar para América Latina en la clasificación. Venezuela cayó cuatro lugares hasta el 160º.
La «creciente fragilidad del ecosistema mediático» hizo perder tres puestos a México (124º), mientras que Colombia (115º) mantuvo «una puntuación global estable» pese a la política «ambivalente» del gobierno hacia la prensa.
La organización de defensa del periodismo destaca en cambio la mejor situación en Brasil (63º, +19), que «prosigue su remontada tras la era [del ultraderechista Jair] Bolsonaro».
El índice, calculado según el número de casos de violencia contra periodistas y otros datos, lo encabeza Noruega por noveno año consecutivo, seguida de Estonia (+4) y Países Bajos (+1).
Eritrea (180º) cierra de nuevo la clasificación, por detrás de Corea del Norte (-2) y China (-6).
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