Una tendencia fitness que ya lleva al menos un año, pero que realmente no tiene nada de nuevo, combina la simplicidad de caminar con la intensidad del entrenamiento de fuerza y está capturando la atención de cada vez más personas a lo largo del mundo. Se trata del rucking, el ejercicio que quema calorías, mejora la postura y gana popularidad.
Esta actividad consiste en caminar llevando una mochila con peso y se posiciona como una alternativa eficaz y accesible ante el gimnasio, que trae mejoras reales en la salud física.
Hilary Achauer, especialista en entrenamiento físico dijo en el New York Times, que este ejercicio tiene una alta eficacia, y que es una ejercitación que se aplica desde hace años a varios cuerpos militares, más efectiva que el running para adelgazar quemando calorías y tensando la masa muscular.

Lejos de ser una moda pasajera, ofrece beneficios tangibles que van desde el aumento del gasto calórico hasta la mejora de la postura y el equilibrio. Está considerada una actividad cardio intensiva, aeróbica, que además contribuye a mejorar la postura corporal porque exige en alineamiento adecuado de la columna vertebral.
Los marines y otras fuerzas militares de Estados Unidos se ejercitan con largas caminatas por terrenos escarpados cargando con la pesada mochila (rucksack) que contiene sus pertrechos. Inspirado en esa práctica el mundo fitness la adaptó para el entrenamiento de personas que quieren bajar de peso de manera saludable.
Achauer explica como fue evolucionando la idea del rucking, con el concepto de reemplazar la rutina metódica del gimnasio, por una actividad que consiste en ir al supermercado, a visitar amigos o caminar por plazas con una mochila con pesas en la espalda, y con una rutina de 30 minutos de caminata rápida.
En coincidencia, un artículo de la revista Men’s Journal, indica que el rucking puede «quemar hasta el doble de calorías que una caminata regular, dependiendo del peso cargado y la velocidad». «Es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a quemar muchas calorías y a desarrollar músculo sin el esfuerzo articular que suponen los ejercicios de mayor impacto», ahonda.
«Si alguna vez practicaste rucking, sabés que es un entrenamiento muy duro. No sólo destroza (en el buen sentido) tu sistema cardiovascular, sino que, al llegar al kilómetro ocho, te arden las piernas y te duelen los hombros«, detalla el texto.
Según las experiencias allí volcadas, el simple acto de añadir peso a tu espalda obliga a tu cuerpo a trabajar más. «El rucking activa de manera más intensa los músculos del core, la espalda y las piernas«, continúan.

Además de sus beneficios para la quema de calorías, la práctica regular contribuye a fortalecer los huesos y a mejorar la densidad ósea, algo especialmente importante para prevenir la osteoporosis a largo plazo.
Y, como se dijo más arriba, uno de los aspectos más valorados del rucking es su impacto positivo en la postura. El peso en la mochila, si se distribuye correctamente, ayuda a alinear la columna vertebral y a fortalecer los músculos de la parte superior de la espalda.
Conviene empezar con aproximadamente 4 kilos en la mochila de montaña, y llegar a 9 en caso de las mujeres, y 6 para llegar a 18 para los varones. La mochila se va cargando de a poco con pesas de mayor volumen. Y también se puede regular la distancia a recorrer y la velocidad de la caminata.