Explosiva y resistente, Coco Gauff (2ª WTA) se proclamó campeona de Roland Garros al remontar a la bielorrusa Aryna Sabalenka (1ª); 6-7 (5/7), 6-2 y 6-4; este sábado en París en un partido que fue una montaña rusa de dos horas y 38 minutos.
Gauff toma el relevo de su referente Serena Williams, última estadounidense ganadora en el ‘grande’ de tierra batida, hace diez años.
Vuelve a batir en un gran escenario a Sabalenka, a la que ya derrotó en la final de su primer título de Grand Slam, en el US Open de 2023.
La jugadora de 21 años sucede en el palmarés a la polaca Iga Swiatek, ganadora de las últimas tres ediciones -para un total de cuatro-, eliminada en semifinales por Sabalenka.
La bielorrusa, indiscutible número 1 del mundo desde el año pasado, suma una segunda decepción consecutiva en los Grand Slams, tras caer a principios de año en el Abierto de Australia, donde había ganado en 2023 y 2024, frente a la también estadounidense Madison Keys.
– Carrusel de emociones –
En una Philippe Chatrier desapacible, cubierta de nubes y con rachas de viento, el primer set fue un carrusel de idas y venidas al que Sabalenka consiguió sobrevivir en un ‘tie-break’ que comenzó perdiendo 3-0.
Antes, cuatro roturas por cabeza en un partido que había comenzado con un 4-1 en 15 minutos para Sabalenka, intimidante con la raqueta y con sus gritos. Entonces parecía que la final sería un mónologo muy corto.
A Gauff le costó despertar su tenis. Pero la estadounidense, niña prodigio que alcanzó la cuarta ronda de Wimbledon con 15 años en 2019, es una jugadora madura, finalista en Roland Garros hace tres años ante Swiatek.
A sus 21 años atesora la experiencia necesaria para no derrumbarse y remar hasta encontrar su ritmo. Devolvió el doble ‘break’ e igualó 4-4.
La bielorrusa, que había empezado como un cohete, entró en el terreno de las dudas, del que ya no salió. Había partido y guerra de nervios, con 1-0 para Sabalenka tras una hora y 18 minutos de juego.
En la primera final de un Grand Slam entre la número 1 y la 2 desde 2018, Gauff no acusó un golpe y firmó idéntico arranque al de su oponente en el primer set: 4-1 con doble rotura.
Con un juego dinámico, consistente y gran repliegue físico frente a los palos de su rival, Gauff igualó el duelo en 36 minutos. Definitivamente había tomado el ascendente.
Las espadas estaban en todo lo alto para la manga decisiva en un duelo de rachas, con dos tenistas cuyas series de errores no forzados -70 para Sabalenka- a veces inexplicables servían para meter a la rival en el partido.
El final fue digno de una película de suspense. Gauff amagó con levantar los brazos para cantar victoria pero la bola de Sabalenka se fue a la línea.
A la segunda fue la vencida: La estadounidense se abrazó a su rival y se arrodilló en la tierra batida parisina. Roland Garros tiene nueva campeona.
París, Francia. AFP.
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Roland Garros tendrá su final soñada: El vigente campeón Carlos Alcaraz (2º) cumplió y remontó este viernes ante un Lorenzo Musetti (7º) que se retiró lesionado para citarse con Jannik Sinner (1º), implacable ante la leyenda Novak Djokovic (6º), que ‘murió’ con las botas puestas ofreciendo una digna resistencia.
«Sé que será difícil contra Carlos, mis estadísticas no son buenas contra él, ya veremos qué soy capaz de hacer», reconoció Sinner ante el micrófono de Álex Corretja en la pista Philippe Chatrier sobre su ‘archienemigo’ español, ante el que ha perdido los últimos cuatro duelos.
«Va a ser una final muy complicada, donde va a haber momentos buenos y malos, donde hay que saber lidiar con todo tipo de situaciones. Intentaré dar lo mejor y sobre todo no tener miedo de ir a por ello», dijo Alcaraz en rueda de prensa antes de conocer su rival.
– A Musetti no le dio el físico –
En la primera semifinal Musetti se retiró por lesión en el muslo izquierdo cuando perdía 4-6, 7-6 (7/3), 6-0 y 2-0 tras dos horas y 25 minutos.
«Sólo queda un paso. Me encuentro muy bien, tengo la sensación de jugar bien», declaró Alcaraz desde la misma pista nada más terminar el partido, «aunque no fue como quería ganar».
Alcaraz pidió aplausos para su rival, que se retiró entre lágrimas, tras haber puesto contra las cuerdas al número 2 durante dos horas.
Fue una buena prueba de madurez para el vigente campeón ante un tenista de su generación (22 años frente a 23 el italiano): Soportó la tormenta y dio batalla hasta que encontró la llave en un triunfo que se aceleró por la lesión de Musetti.
Para que hubiera partido entre un Alcaraz cuatro veces ganador en Grand Slam y un Musetti cuyo techo en un ‘grande’ son las semifinales -antes en Wimbledon 2024-, el primero tenía que ofrecer su versión más terrenal y el segundo rozar la perfección.
Fue lo que ocurrió durante dos horas: Bajo el techo retráctil de la Chatrier, extendido por una previsión de lluvia que no se cumplió, el primer set había sido un pulso cerrado que se definió por la eficacia total de Musetti.
Con el italiano guardando su 100% de efectividad (3/3 en bolas de break) el segundo set se definió en una muerte súbita en la que por fin Alcaraz dio un paso al frente.
Con algo de retraso pero el número dos se había enchufado a la semifinal: Mejoró la consistencia, afinó las cortadas y convirtió su derecha en un martillo para sacrificar a un Musetti rematado por su lesión.
– ‘¡Novak, Novak!’ –
En la segunda semifinal Sinner batalló tres horas y cuarto para batir a un Djokovic que vendió cara su vieja piel: 6-4, 7-5 y 7-6 (7/3).
El italiano mostró un nivel superior, capaz de llegar a todas las bolas ante un Djokovic que lo intentó todo y acabó aplaudiendo a su heredero actual como rey del circuito.
Sinner, que no se ha dejado un set en los seis partidos que ha disputado en la quincena parisina, rozó la perfección ante un Djokovic impotente que abandonó la Philippe Chatrier ovacionado por la batalla que dio ante un rival 15 años menor.
Malquerido en demasiadas ocasiones durante su carrera, se dio el lujo de escuchar a la central de Roland Garros al unísono: «¡Novak, Novak!».
Pero ni con esas fue capaz de dar con el ‘break’ de la esperanza ante un Sinner inmutable, robótico en la excelencia ante un público cada vez más encendido según caía la noche del viernes y que disfrutó de la resistencia del mito.
París, Francia. AFP.
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Carlos Alcaraz (2º ATP) defenderá su título de Roland Garros en la final tras superar en semifinales al italiano Lorenzo Musetti (7º), que se retiró por lesión en el muslo izquierdo cuando perdía 4-6, 7-6 (7/3), 6-0 y 2-0 tras dos horas y 25 minutos.
El español jugará el domingo por una segunda Copa de los Mosqueteros consecutiva ante el vencedor de la segunda semifinal entre Jannik Sinner (1º) y la leyenda Novak Djokovic (6º).
A la tercera en la gira de tierra no pudo ser la vencida para Musetti, que ya había perdido ante Alcaraz en la final de de Montecarlo y en las semifinales de Roma.
El español pisa la final convertido en la gran referencia en la tierra batida. Ganador de estos dos torneos, solo ha perdido un duelo en la primavera europea, la final de Barcelona ante Holger Rune con unos problemas físicos que le impidieron jugar en Madrid.
«Sólo queda un paso. Me encuentro muy bien, tengo la sensación de jugar bien», declaró Alcaraz desde la misma pista nada más terminar el partido.
Fue una buena prueba de madurez para el vigente campeón ante un tenista de su generación (22 años frente a 23 el italiano): Soportó la tormenta y dio batalla hasta que encontró la llave en un triunfo que se aceleró por la lesión de Musetti.
Para que hubiera partido entre un Alcaraz cuatro veces ganador en Grand Slam y un Musetti cuyo techo en un ‘grande’ son las semifinales -antes en Wimbledon 2024-, el primero tenía que ofrecer su versión más terrenal y el segundo rozar la perfección.
– Dos horas de resistencia –
Fue lo que ocurrió durante dos horas: Bajo el techo retráctil de la Chatrier, extendido por una previsión de lluvia que no se cumplió, el primer set había sido un pulso cerrado que se definió por la eficacia total de Musetti.
En el momento justo, con 5-4 favorable, el italiano aprovechó su primera bola de rotura. Antes, el español había desperdiciado dos.
Musetti iba a vender cara su piel. Afilado su revés a una mano y resistente en los intercambios largos, exigía una mejoría urgente de Alcaraz, muy lejos del tenis arrollador que exhibió en cuartos ante Tommy Paul.
Con el italiano guardando su 100% de efectividad (3/3 en bolas de break) el segundo set se definió en una muerte súbita en la que por fin Alcaraz dio un paso al frente.
Con algo de retraso pero el número dos mundial se había enchufado a la semifinal: Mejoró la consistencia, afinó las cortadas y convirtió su derecha en un martillo para sacrificar a un Musetti rematado por su lesión.
Lorenzo Musetti ❤️🩹 #RolandGarros pic.twitter.com/BE2zHhuRTe
— Roland-Garros (@rolandgarros) June 6, 2025
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