El expediente ingresó esta semana tanto al Departamento Ejecutivo como al Legislativo, siguiendo el mecanismo habitual para que todos los actores tomen conocimiento del planteo. El pedido llegó con un estudio de costos que propone un aumento cercano al 30%, lo que abre nuevamente la discusión sobre la forma en que se actualiza la tarifa del transporte público en Tandil.
Salceda recordó que existía una herramienta que había permitido ordenar el proceso de actualización: la actualización automática bimestral según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esa ordenanza había sido aprobada por unanimidad, pero su prórroga nunca se trató en tiempo y forma.
«Aquel mecanismo descomprimía la discusión y brindaba previsibilidad. Cuando se dejó de lado, cada actualización volvió a ser un conflicto político», señaló.
Según el concejal, la decisión de no avanzar con la prórroga del sistema de actualización automática respondió a estrategias electorales de algunos bloques opositores:
«Todo lo que genere conflicto al tandilense le genera conflicto al gobierno, y eso fue funcional a sus aspiraciones políticas», afirmó, en referencia a las discusiones previas en la Comisión de Transporte.
Salceda sostuvo que el IPC, si bien no refleja en su totalidad los costos del transporte -por la fuerte incidencia del combustible, repuestos y paritarias-, seguía siendo la opción más «neutral» y la que «más protegía al usuario». Sin ese mecanismo vigente, el análisis del pedido actual «será más complejo y probablemente más gravoso para el pasajero».
El concejal también anticipó que, por los tiempos institucionales y la forma en que la Comisión viene trabajando, no ve probable que la discusión se resuelva antes de que asuman las nuevas autoridades, que modificarán la correlación de fuerzas dentro del cuerpo.
En ese sentido, cuestionó la actitud de sectores opositores durante los últimos meses:
«Las discusiones se trababan porque pretendían negociar otros temas del gobierno a cambio del aumento del boleto. Yo fui claro: no iba a cambiar ni el color de un subibaja de una plaza por un ajuste tarifario», dijo.
De cara al recambio, Salceda consideró que la nueva composición del Concejo deberá asumir la responsabilidad de conducir el debate con seriedad:
«Probablemente la Comisión de Transporte quede en manos de otra fuerza política. Tendrán que demostrar cómo gestionan un tema tan sensible. Yo voy a estar para trabajar… o para mirar con pochoclos», ironizó.
El pedido de aumento ya está formalmente en manos del Concejo y el análisis técnico comenzará en los próximos días, aunque todo indica que la definición quedará en manos de la próxima gestión legislativa.





