Desde 1582
Fundada como «San Felipe del Valle de Lerma», la actual capital provincial se erige como uno de los centros históricos y culturales más importantes del Noroeste Argentino.
Este 16 de abril, la ciudad de Salta conmemora un nuevo aniversario de su fundación, ocurrida en 1582 de la mano del licenciado en Derecho Don Hernando de Lerma. Fundada como «San Felipe del Valle de Lerma», la actual capital provincial se erige como uno de los centros históricos y culturales más importantes del Noroeste Argentino.
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La historia de su fundación estuvo marcada por intentos fallidos. Tres gobernadores estuvieron vinculados al proyecto de establecer una ciudad en la zona. El primero, Jerónimo Luis de Cabrera, terminó desviando su misión y fundó Córdoba en 1573. Luego, Gonzalo de Abreu y Figueroa tampoco logró concretar el objetivo. Finalmente, fue Hernando de Lerma, sevillano y uno de los pocos conquistadores con formación académica, quien llevó adelante la fundación, bajo las órdenes del virrey del Perú, Francisco de Toledo.
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El objetivo estratégico de la nueva ciudad era claro: consolidar un punto clave en el corredor que unía las ricas minas de plata del Potosí con el resto del virreinato. Se buscaba garantizar la seguridad, mejorar las comunicaciones y establecer una estructura comercial sólida.
Lerma eligió el Valle de Lerma como lugar ideal por su clima templado, su fertilidad y su posición estratégica. En julio de 1581, en Santiago del Estero, anunció públicamente su intención y justificó su elección del sitio. Finalmente, el 16 de abril de 1582 plantó el “rollo” o “palo de la justicia” en lo que hoy es la Plaza 9 de Julio, marcando el acto fundacional de la ciudad.
En esa jornada histórica estuvo presente el Obispo Fray Francisco de Victoria, quien tiempo después enviaría dos imágenes religiosas desde España: un Cristo Crucificado, que se convertiría en el actual Señor del Milagro, patrono de la ciudad, y una Virgen del Rosario destinada a Córdoba. Así comenzó una de las tradiciones religiosas más sentidas del país: la del Milagro en Salta.
Sobre el origen del nombre «Salta», existen varias versiones. Algunas lo relacionan con los tagaretes y zanjones del valle, otras con el vocablo aymara sagta (“lugar hermoso”), pero la más aceptada hoy es la que lo vincula con una comunidad originaria que habitaba el área.
Actualmente, Salta se alza a 1.187 metros sobre el nivel del mar, en el norte del Valle de Lerma. Su arquitectura de estilo hispano-colonial, con calles angostas y construcciones bajas, sumada al entorno natural de cerros y montañas, la convierten en un destino predilecto del turismo nacional e internacional.
El clima es otro de sus atractivos. Con temperaturas templadas durante todo el año y pocas lluvias fuera del verano, Salta invita a ser descubierta en cualquier estación. Su historia, su cultura y su belleza natural hacen honor al nombre que alguna vez le dieron sus primeros habitantes: un lugar hermoso.