En el tramo final de la campaña de las elecciones legislativas del 26 de octubre, el primer candidato a diputado nacional del Frente Patriota Federal por la provincia de Buenos Aires, Alberto Samid, encabezó este martes un encuentro con estudiantes de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). «Hoy, lo más importante es el hambre: los chicos de las villas comen una vez por día», recalcó.
A días de los comicios, Samid dialogó con universitarios y apuntó contra «los traidores y cipayos que entregan el país«. «Necesitamos dirigentes que tengan tres condiciones: coraje, patriotismo y mucha experiencia. Yo tengo esas tres cosas», marcó ante los asistentes al encuentro, realizado en el Auditorio José Martí de esta Casa de Altos Estudios.
En ese sentido, enfatizó: «No tengo todas las respuestas, soy como cualquiera de ustedes. Pero sé que no podemos pagar la deuda externa con el hambre de los argentinos». «Si recuperamos todo lo que nos roban, salimos adelante en tres o cuatro años y hasta nos convertimos en prestamistas», propuso.
Vivir y progresar
Consultado sobre sus temas prioritarios en caso de acceder a una banca en la Cámara baja, el histórico empresario de la carne afirmó que se centrará en los asuntos que más conoce. «No voy a hablar de salud o educación, sino de producción», anticipó. Y apuntó que Argentina tiene «cada vez menos vacas».
«Países límitrofes como Uruguay, Paraguay y Brasil aumentan la cantidad de ganado año a año, mientras que nuestros ganaderos se preocupan más en la calidad. Pero el problema es que todo está caro para nuestros sueldos y jubilaciones«, analizó respecto a la sostenida caída del consumo de carne vacuna por habitante.
Además, sostuvo que el Gobernador Axel Kicillof es la principal figura para ser candidato a Presidente de la Nación por el peronismo en 2027. «Lleva dos mandatos, no ha trabajado mal y no tiene ninguna causa por corrupción. Lo voy a apoyar, por supuesto: fui, soy y seré peronista«, dejó en claro.
Por último, compartió una máxima familiar: «Mi abuelo decía que, para vivir, hay que trabajar ocho horas; para progresar, hay que trabajar 14 horas». «Hoy, no puedo trabajar 14 horas porque el cuerpo no me da, pero quiero dar lo que me queda porque lo único que me interesa es ayudar a la gente«, afirmó.
