La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, sorprendió este martes al brindar una entrevista donde habló de política y de las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. «Por ahí se puede dar un sorpresa», sugirió acerca de un posible triunfo de La Libertad Avanza sobre el peronismo.
Consultada sobre si el oficialismo podría hacer una buena performance en el Conurbano, la ministra afirmó: «Yo creo que sí. Creo que dato mata relato. Si estos son los datos, la gente lo puede sentir, por ahí se puede dar una sorpresa».
Los datos a los que hacía referencia durante una entrevista brindada a LN+ eran las cifras positivas de inflación -1,6% en junio- y el descenso de la pobreza -38,1%, en el segundo semestre de 2024, según el Indec. También citó estimaciones de la Universidad Torcuato Di Tella que prevén 31,6% para el primer semestre de 2025.
La ministra precisó que no hubo un estallido en el Conurbano al inicio del gobierno de Milei porque, dijo, se redirigió «en el presupuesto el dinero que se le daba a los gerentes de la pobreza, y que se los daba el Gobierno». «Se lo dimos a la gente, sacamos a los intermediarios«, apuntó.
«Le dimos los recursos a los que los necesitaban de verdad. La AUH aumentó 400%, 137% la Tarjeta Alimentar, y 1400% la Asignación Mil Días», explicó. Luego, la ministra sentenció: «El kirchnerismo dejó hambre».
Pettovello acusó a los «gerentes de la pobreza» [Juan Grabois, Emilio Pérsico, Eduardo Belliboni, Daniel Menéndez, a los que se refirió tácitamente] de «aprovecharse de los pobres en pos de tener poder, jugar de los dos lados del mostrador, por un voto» y dijo que nunca los quiso recibir, aunque fue presionada por «políticos tradicionales» para hacerlo.
En este sentido, se refirió a la denuncia sobre que Capital Humano había ‘guardado’ cinco toneladas de alimentos en depósitos. «Los que me estaban denunciando a mí y los que hacían estas operaciones mediáticas eran los que querían esa comida que habían comprado y la utilizaban para extorsionar a la gente. La querían porque creían que eran los dueños de esos alimentos», expresó.
También habló de los «comedores fantasma»: «Había 44.000 comedores en el Renacom, que el 70% no habían sido validados nunca, había direcciones que no correspondían, había pool dance en uno de los lugares, taller mecánico…».
Además, Pettovello dijo que las marchas habían disminuido, en parte, porque el Ministerio había desfinanciado a los gerentes de la pobreza, porque eran «las herramientas que utilizaban para traerlos a marchar y utilizarlos políticamente». «Era el miedo también que tenía la gente de que le quitaran un bolsón de comida por no ir», remarcó.
También dijo que recibió presiones de «distintos poderes» apenas asumió en el Ministerio. En ese sentido, denunció: «Cuando yo vine a este Ministerio, empecé a descubrir estas cuestiones de gente que había estado en el Gobierno y que todavía tenía poder porque tenía gente metida adentro del Ministerio, y ellos se manejaban con otras lógicas».
«En toda la administración había una lógica de extorsión y de, en lugar de diseñar una política pública por el bien de la sociedad, buscar mediante una política pública, hacer un negocio y tener una mordida. Y esto atravesaba a todo el Estado», manifestó.
Consultada sobre si las altas esferas del Gobierno anterior, puntualmente Cristina Kirchner, podían desconocer eso, la ministra dijo que «era difícil que no se supiera», aunque una vez más evitó dar nombres. Aunque matizó: «Está bien que uno a veces ocupa un puesto y en la enormidad que yo tengo es muy difícil que si hay una persona tendiendo un kiosko en algún lugar de mi administración, yo lo tenga que saber al minuto. Si yo me entero, no va a estar trabajando más».
Respecto a las denuncias hechas por el Ministerio, Pettovello se limitó a decir que hay que dejar avanzar a la Justicia.
La ministra también habló de su relación con el fallecido papa Francisco y dijo que él pidió conocerla -mediante la intervención de un amigo- y que la ministra solía enviarle informes respecto a la situación social. Contó, además, que en una conversación ella tuvo un exabrupto y Francisco le dijo: «Putee, putee».
El pensaba lo mismo que yo», dijo la ministra y agregó que Francisco dijo que eran «unos HdP», cuando ella habló de los que le robaban la plata a los pobres. Una vez más, evitó dar nombres.
Por otra parte, la ministra dijo que el sistema previsional estaba «quebrado» y que para hacer una reforma previsional «primero y fundamentalmente hay que hacer una reforma laboral».
BPO
