Este es uno de los artículos inéditos que Lluís Permanyer escribió para ‘La Vanguardia’ antes de su fallecimiento el 23 de octubre
En 1893 tuvo efecto una escisión en el Cercle Artístic, continuador del Círculo de Acuarelistas. Y tal escisión dio lugar de inmediato a la fundación del Cercle Artístic de Sant Lluc. Los más decisivos y combativos impulsores de la ruptura fueron los hermanos Llimona.
El acreditado ensayista Enric Jardí dedicó una monografía excelente a la nueva entidad, y principia con buena lógica en el incidente que provocó la separación. Comenta que bien pudo haber sido a raíz del éxito de la exposición de los mosqueteros (Rusiñol, Casas y Clarasó) en la Sala Parés. Y añade a renglón seguido que quizá fue al término de la celebrada conferencia de Rusiñol en el Ateneu sobre su colección de hierros viejos.
Los hermanos Llimona esgrimieron motivos éticos y sobre todo religiosos por una juerga anticlerical
Yo creo que fue a raíz de la citada conferencia, que no de la exposición, pues habrían de ser tres los homenajeados y en verdad fue solo uno: el más popular de ellos. Tan entusiasmado estaba el autor de la acogida cálida dispensada por el repleto auditorio, que propuso al humorista Albert Llanas que organizara al instante una caracolada para celebrarlo.
Este escogió como escenario una taberna de Can Tunis, cabe la entrada del cementerio de Montjuïc. El acto fue multitudinario, cargado de anécdotas relevantes y presidido por la euforia alcohólica habitual.
Interior de una de las salas de la histórica y respetada nueva entidad
DESCONocido / IMAGEN CEDIDA POR EL ARXIU FOTOGRÀFIC DE BARCELONA
Para empezar, en cuanto se terminó la comilona, Llanas requirió con energía la presencia del dueño y a grito pelado para que se enterara todo el mundo le echó en cara: “Aquests cargols són una porqueria. Són millors els de l’altre cementiri!”.
El respetado médico Manuel Font i Torner y apreciado tertuliano inspirado por el jolgorio creó la cuarteta destinada a ser histórica, por la proyección que le dio Joaquim Salvatella, ministro del conde de Romanones y por haberlo incorporado Sagarra como artículo 26 de la proyectada Constitución: “Si hi ha cas de compromís / el Govern té atribucions / per passar-se pels collons / totes les lleis del país”.
Lee también
Aquella noche culminó con toda suerte de cantos inmorales e imprecaciones irreverentes. Fue la gota que colmó el vaso. La familia Llimona me contó un anecdotario sorprendente de los hermanos Joan y Josep cuando habían sido anticlericales de tomo y lomo. Ya se sabe que los conversos son luego los más fanáticos.





